Hoy ha sido ese fatídico día. Mi vida universitaria se acabó ayer (por este año) y hoy comencé las "vacaciones" (bueno, por llamarlas algo, porque me las pasaré empollando). Esta mañana me he levantado a las 10 y me he duchado, vestido, peinado y esas cosas. A las 10:45 estaba de los nervios. Sí, hoy era el fatídico día en el que me examinaba del carnet de coche. A las 10:55 estaba donde mi autoescuela. Había dos chicos más que se examinaban hoy conmigo. Fuimos hasta Nuevo Gijón. La examinadora nos estaba esperando. El profesor me dijo que yo sería la primera y al último que esperara en la cafetería que había a que termináramos los otros dos. Me puse en el asiento del conductor y lo amoldé a mi gusto. Acerqué el asiento, puse el espejo de manera que viera todo. La examinadora subió al coche. Arranqué, encendí las luces y puse el limpiaparabrisas. Solté embrague y aceleré. Ceda el paso. Gira a la izquierda. A la derecha. Otra vez a la derecha. Si no te dicen nada, sigue de frente. En la rotonda, la primera salida. A la izquierda. A lo largo de esta calle realiza un aparcamiento hacia atrás. "¿Ha olvidado señalizar?" <<mierda, miderda, mierda, he suspendido>>"Inmovilice el coche y apague las luces" <<mierda mierda mierda>> Se sube mi compañero. "Usted tiene el carnet caducado desde Agosto, no puedo examinarle" *Parloteo sobre el carnet caducado y otras posibilidades* <> Llegamos al punto de salida. Salimos del coche. El profesor "Enorabuena, has aprobado" <> Vuvelvo a casa <<¡mierda! ¡Mi DNI! Lo tiene el profe>>
Pues eso, que he aprobado (o eso me ha dicho).
Soñadores, mucho cuidado, ahora ir por la acera ya no es seguro... por las calles de Gijón hay un nuevo peligro al volante: yo.
martes, 14 de diciembre de 2010
Hoy he comenzado con mi nuevo blog. No tengo, ni mucho menos, intención de avandonar este, le he cogido cariño, pero quiero un aspecto distinto, algo más serio, como lo que pretendía en un principio con este, aunque al final se acabó por convertir en un atoyadero de pensamientos inconexos, relatos sin relación y cosas sin sentido aparente. Este lo pienso reservar, como dije en mi introducción al nuevo blog, para mis relatos del día a día, cosas que se me pasen por la cabeza, mientras que el otro pienso usarlo para relatos conexos, tal vez comparables con los capítulos de un libro. Para aquellos que quieran verlo, aquí lo dejo http://midnigthkiss.blogspot.com/.
No creo que vaya a subir muchas entradas en los próximos días a este último, porque quiero organizar un poco las ideas de los relatos que quiero subir, además quiero hacer una historia que pueda continuarse y que no quede en un par de párrafos sólo. Este lo usaré mucho más amenudo (dentro de las posibilidades, teniendo en cuenta que no tengo internet en mi ordenador y que estoy hasta el culo de trabajos y con los exámenes en poco más de un mes).
Después de este pequeño aparte, os voy a decir que dentro de poco, para la semana que viene, me presentaré al examen práctico del carnet. Os diré la fecha exacta para que aquellos que sean de Gijón se puedan refugiar en la seguridad de sus hogares o en cuaquier sitio alejado o con paredes lo suficientemente sólidas como para aguantar la envestida de un coche.
Espero que lo paséis bien soñadores ^^
jueves, 9 de diciembre de 2010
Hace tiempo que no me conecto y no subo nada, pero, sinceramente, dudo que alguien se haya dado cuenta de que a mi blog le están empezando a salir telas de araña. Escribo más que nada para mí misma, para desahogarme y poner sobre el papel mis sueños.
Estamos en otoño, cerca del invierno, un par de semanas para que la estación de blanco aparezca. Acompañará la Navidad. La verdad que me encanta la Navidad, no entiendo a esa gente rara que no le gusta. Es algo bonito. Todas las calles adornadas con luces de colores, el espíritu navideño que hace que la gente vaya de puerta en puerta cantando villancicos. Me gusta ver a esa familia que sólo veo una vez al año, es algo bonito. Además están los regalos. Me gustan los regalos, ¿a quién no? Pero la verdad que lo más bonito de la Navidad no son los regalos ni los adornos, lo más bonito es ese espíritu navideño, es estar con la familia y los amigos.
En fin soñadores, os dejo esta breve entrada para que sepáis que no he muerto (aunque no creo que os importe demasiado) Felices fiestas
Miro al cielo. No hace un mal día, no llueve, a diferencia de esta mañana. Sinceramente, me duele la cabeza y tengo frío. Hace frío.
Tengo ganas de escribir algo, pero no sé que escribir. La inspiración no está hoy por la labor, así que describiré lo que veo. Tuna, la perra de mi prima, un labrador color arena que hará dos años en Marzo, una pequeña vaca burra de lo más inquieta, está corriendo por el salón de mis tíos, cogiendo todo lo que está a su alcance. El balón pinchado de football, mi playero, la bota de mi prima... Mietras mi prima trata de decirdir si vamos a ver la película de esta noche del festival de cine de Gijón. Miramos de que va mientras una pequeña bestia pasa por debajo de la mesa y choca contra mis piernas. Al final iremos,la película parece interesante.
Mi tía ve la tele mientras discute con Tuna para que deje de coger las cosas. Un Viernes tarde de lo más normal, quizás lo único distinto es la hiperactividad del joven can color arena.
Bueno, parece que mi inspiración se ha despertado un poco, así que seguiré molestandoos un poco más.
Un perro salvaje va corriendo por el bosque. Los árboles se interrumpen en su camino, pero los esquiva con soltura y una gracilidad propia de la experiencia y la adaptación a ese medio. No hay predadores cerca. Es el rey de esa zona. Ningún otro rival, nada. Busca caza para el resto de la manada, es un duro invierno y escasea la comida. Parece que muchas de las crías no sobrevivirán si no consiguen alimento pronto. Corre hasta un claro cercano. Varios machos más siguen sus pasos, pero no tienen la gracia de sus patas al pisar el suelo. No conocen el terreno tan bien como él, para algo es el líder, el macho alfa. Tres machos jóvenes van en la retaguardia, tienen más fuerza, pero son más torpes y sus patas no paran de encontrar obstáculos en el camino. Dos machos adultos y el macho beta siguen de cerca al perro salvaje. Ninguno le iguala en belleza ni magestuosidad. El pelaje pardo y los colmillos blancos, unos ojos marrones con la mirada inyectada en sangre. Buscan comida, saben que les queda poco tiempo, si sigue así la mitad de la camada no podrá sobrevivir. Siguen el rastro de unos ciervos. Los alcanzan y consiguen separar del grupo a un par de cervatillos. Los guían lejos del resto a un claro donde les será difícil escapar. Los acorralan y los atacan. El macho alfa se tira al cuello de uno, mientras dos de los otros machos atacan a sus patas. El resto se encargan del otro. Los cuerpos de las dos criaturas yacen en el suelo. Se disponen a la retirada para llamar a la manada. Han de quedarse guardando las presas, están demasiado débiles como para cargarlas. El macho alfa, el macho beta y los dos adultos quedan a custodiar sus presas de las bestias. La caza no ha sido demasiado, pero servirá para alimentar a la pequeña manada. Caminan los cuatro perros en círculos. De repente el macho beta se para en seco. Se gira hacia el líder de su manada. Salta sobre él. Le muerde en el cuello. Pronto los otros dos machos se unen al ataque. Pobre y hermoso perro mío, no viste llegar tu final. Le muerden con fuerza en el cuello, las patas y en todo su cuerpo. La manada tiene ya nuevo líder y el antiguo trata de alejarse moribundo de los otros perros, mas estos no le dejan. Le atacan de nuevo. Ha muerto mi maravilloso can. Espero que os guste soñadores, la vida es cruel, estamos destinados todos a ser vencidos por otros a los que seguramente hemos enseñado y hemos mantenido a nuestro lado.
Hoy, ya que no me apetece escribir nada que diga algo, os voy a escribir mis apuntes de desarrollo de la facultad, porque soy así de guay, y así me aseguro que no vais a leer lo que escriba más allá del primer párrafo, así que escribiré burradas entre las frases para que no las leáis :3
El estado sensorio-motor se conoce como primera infancia, va desde los 0 a los 24 meses y los bebés construyen 4 categorías de acción, que son la categoría de espacio, la categoría de tiempo, la categoría de causalidad y finalmente la categoría del objeto permanente. Cuando dije primer párrafo puede que haya sido muy optimista, porque esto es tan sumamente coñazo que pocos leeréis esto y muchos menos llegaréis al siguiente, yo no os animo, es un peñazo, aunque seguramente mis paridas tengan cierta gracia, lo que me ayudará a no recordar esto y en su lugar recordar las paridas. Ésta última es la que permite a las personas relacionarnos con la realidad, porque una de las características que tienen los objetos para los adultos es que son independientes de su propia actividad. Esto no es así para los bebés, ya que para ellos no existe el lugar , ya que para ellos no existe el espacio y no existen los objetos cuando dejan de verlos. Otro coñazo más, pero bueno, los experimentos tienen pinta de ser interesantes. A propósito, esta profesora que dictó este pedazo testamento del cual llevo sólo parte del primer párrafo nos llamó frikis en una ocasión, si os portáis bien os lo contaré en otra entrada, y somos 5 en clase, nos quedamos mirándola con cara de... ¿algún problema? Ésta construcción del objeto permanente se a entre los 18 y los 24 meses, lo que ocurre es que el bebé rompe las figurillas de porcelana de la abuela las dificultades entre los desplazamientos invisibles, (usease, aquellos que no ve. Es como con los perros, tu metes la galleta detrás de un papel y el perro no la ve, pues con el guaje lo mismo), por lo que el logro fundamental es no caerse de la cuna la capacidad de evocar representaciones simbólicas y de acontecimientos. Imitación diferenciada (imitar cosas y evocarlas sin estar presentes) y juego simbólico.
El segundo estadio va desde los 2 a los 10/11 años que es cuando empiezan a hacerse pajas. Inteligencia representativa o conceptual. Ayer vi a un perro por la calle, quería pintarlo de marrón, era de un tono verde moco muy llamativo, pero le quedaría mejor el marrón la verdad. Durante el segundo año de vida comienzan a producirse construcciones progresivas de las funciones psicológicas superiores, es decir, aquellas construcciones que son plenamente humanas y que nos diferencian de otros seres vivos. Es la capacidad que tenemos los seres humanos para hacer representaciones mentales. De esta forma podemos referirnos a las cosas o a las situaciones sin necesidad de actuar sobre ellas materialmente, actuando en su lugar sobre representaciones mentales que sustituyen a estas. Esto es algo más interesante ya, pero aún así, a estas alturas de la clase ya tienes el brazo muerto. Yo creo que a los tíos en general no les cuesta tanto, ellos están más entrenados... sí, es algo para que penséis mal, pero sabéis que es cierto. Bua, creo que esto no me dará tiempo a escribirlo de una sola sentada, porque en media hora o así he quedado y aún tengo que cambiarme, así que acabaré este párrafo, marcharé, volveré a casa por la noche y continuaré, obviamente en esta misma entrada y la subiré. Seguramente cuente lo que he hecho mientras escribo mis apuntes, así que estará todo más enrevesado que las ideas de mi cabeza, que es azul cuando digo verde y no soy daltónica, si cabe un poco dislésica. De esta forma, está sonando la de soldadito marinero, podemos referirnos a las cosas o a las situaciones sin necesidad de actuar sobre ellas materialmente, actuando en su lugar sobre representaciones que sustituyen a estas. La competencia representacional se asienta sobre la regla representacional y palabra ilegible que por el contesto parece esto es que cualquier evento, objeto o persona puede ser representado mediante algún signo o forma simbólica y seguir conservando el significado original. Esta capacidad se manifiesta en una serie de actividades que aparecen en este periodo como son el algo parecido a dibujo, el juego simbólico o el lenguaje. El lenguaje amplía el conocimiento que el niño tiene del mundo, si no sabes hablar, de culo, cuesta abajo y sin frenos, pero no de una forma inmediata, sino que será precisa una reconstrucción de los conocimientos que se habían formado anteriormente y esto durará hasta el final de la adolescencia, cuando el niño empieza a ver porno. Los comienzos de la representación se dan al final del periodo sensorio-motor, ya que comienzan a aparecer significantes que se diferencian de sus significados. Hay 3 tipos de significantes, teniendo en cuenta la relación que tienen con el significado.
Índices o señales. Índices, a parte de los dedos que sirven para señalar, son lo mismo que señales, que no son estas de la carretera ni similares, no, no, no. Se habla de estos cuando el significante y el significado no están diferenciados, por ejemplo, orgasmo, polvo.
Símbolos. No tan entretenidos como los anteriores, pero simples y concisos. Se habla de ellos cuando el significante se diferencia del significado, pero guarda conexión con él. Por ejemplo, una paja es un símbolo de sexo, porque se parece, pero no es lo mismo.
Signos. Significantes diferenciados de sus significados. La palabra sexo y el sexo en sí, nah que ver.
El lenguaje aparece a los 9 o 10 meses aproximadamente, pero no dicen más que <>. Las primeras palabras del niño se observan en torno a esta edad, que es el final o casi el final del periodo sensorio-motor. Esta tarde le fui a comprar el regalo a mi mamá, la verdad que vi cosas muy chulas y voy a hacerle un envoltorio con regaliz rojo, del cual sólo tengo intención de comerme uno como máximo, porque engordan y mi señor michelín ya es lo suficientemente pronunciado como para querer que aumente, quiero que se vaya. Y vi a Pablito, que hacía mil que no lo veía y me contó cosillas. Durante el primer año los niños utilizan formas fonéticamente correctas en relaciones interpersonales. Esto me dice que lo correcto sería "fonética mente" pero según mi profesor de atención (ese hombre es la hostia) la mente no existe, va en el mismo saco que los Reyes Magos y Dios. No obstante la mayoría de los autores se encuentran de acuerdo en que hasta el año y medio se encuentran en la fase pre-léxica (osea, <>) y es ahí, cuando entramos en la fase léxica. Esto me aburre mucho la verdad y creo que ya es hora de empezar a desvariar. El próximo viernes me voy a ir a la espicha de química con gentilla de clase y otros amigos. Mañana fiesta de enfermería en Luanco. El domingo jornadas japonesas. Cuando aprenda a jugar a "magic" bien, haré una entrada sobre ello. El tablero de ajedrez estaba intacto. Las fichas acababan de caer sobre la mesa y estaban siendo colocadas. Pronto empezaría una batalla infernal en que todo se teñiría de rojo sangre. Al comienzo de la fase pre-operatoria los niños comienzan a aprender nuevas palabras y se produce la explosión del lenguaje. Entre los 17 y los 19 meses manejamos unas 50 palabras. Algunos las manejarán entre los 17 y los 19 meses, pero a medida que crecen las van perdiendo y se quedan en una media de 20/25 palabras máximo. Preguntan el nombre de las cosas porque descubren que el lenguaje tiene una función y que los objetos y las personas pueden ser nombrados. Necesito un niño, tal vez en ebay tengan alguno en buen estado, aunque no sé yo, porque lo necesito antes de Enero para experimentar con él, ¿alguien me puede prestar a uno?. Entre 6 y 9 años. Quiero ver como las hojas caen de los árboles, pero no tengo ningún paisaje que me apetezca ver cerca y a mi pueblo paso de ir, no me gusta nada, además que no es bonito. Esta tarde estuve viendo los caza-fantasmas, moló, me cae bien el fantasma verde moco que aparece al principio. Ya que en la fase pre-léxica el lenguaje sólo tenía una función instrumental, ahora los nombres pasan a tener un significado referencial, en decir, se pueden utilizar para una gran variedad de funciones instrumentales. Ya falta menos para terminar la clase de hoy chicos, al final haré una pregunta para ver quienes tuvieron la santa paciencia de leer esto hasta el final, mientras tanto, iré dando varias respuestas por ahí en mis estúpidas intervenciones que no tienen gracia, pero sino me aburriría demasiado. Espero que mi mamá me deje ir a ver a Celtas Cortos a Santander el día 9 de Diciembre, porque así además veré a cierto personaje. También espero que me haga el cosplay de Vampire Knight para ir al Salón del Manga de Oviedo, días 8 y 9 de Enero. A esto se le denomina "acto de supongo que diga referencia". Es hacia los 5 años, cuando los niños ya han adquirido las reglas básicas del lenguaje y su habla comienza a parecerse a la de un pequeño adulto. Hoy comí un kebab casi entero de pollo, estaba muy rico, pero la mierda del papel estaba rota y se cayó toda la salsa. Tus manos tocan mi pelo con suavidad, tus labios recorren el lóbulo de mi oreja hacia mi cuello para depositar un beso en mis labios. Falta menos para la pregunta. El juego simbólico se desarrolla entre los 2 y los 7 años y es cuando juegan a los médicos, pero de manera distinta a la que se juega cuando se es mayor. Es la forma que tenemos de asimilar la realidad y asimilar las normas de la sociedad. Esto cada vez se entiende menos, mi letra empeora gradualmente, y yo me estoy empezando a morir de un ataque de tos, menuda mierda de muerte, que en mi lista de las 10 maneras de morir no está ni de lejos. Las diez maneras que he elegido son: ahorcada, ahogada, de un tiro en la sien, de un tiro en la boca, una puñalada en el pecho, envenenada, desangrada, decapitada, quemada o por inhalación de gases tóxicos. El desarrollo del lenguaje es la capacidad de representar cosas y además es la forma que tienen los niños de representar lo que hay a su alrededor. Y sobre los 6/7 años es cuando podemos comenzar con los juegos de reglas. La pregunta del millón, ¿cuál es la muerte que puse en el octavo puesto?. El juego simbólico es un juego fundamentalmente individual, a esas edades somos todos unos egoístas... aunque luego se pueda expresar entre varios niños y se denomina simbólico porque hace uso extenso de los símbolos y el niño es capaz de transcender a la realidad en aspectos temporales o espaciales. Para terminar un chiste malo: ¿Qué vuela y come piedras?... ¡¡¡El come-piedras volador!!!
Bueno soñadores, espero no haberos aburrido mucho con mi entrada ^^ Ya que hace tiempo que no lo hago, voy a subir una canción.
El cielo brilló un instante en la oscura noche y en el suelo se abrieron las puertas del infierno.
Hoy no quiero contar ninguna historia. Tampoco quiero escribir reflexiones filosóficas. Ni describir una escena. Hoy sólo quiero escribir. No quiero poner nada que tenga significado, una hilera de palabras, frases y oraciones inconexas sin ningún sentido entre ellas. Quiero que todo esto acabe. Estoy cansada de las clases, de los problemas, de pensar, sobre todo de pensar. Cada vez que estoy a solas 5 minutos conmigo misma acabo pensando, y últimamente esos pensamientos... no son como los de antes. Estos me dan dolor de cabeza.
Pienso todo esto mientras me lavo los dientes, y ahora lo escribo. Se ha caído tu colgante y casi lo moja el grifo. Me queda largo. Lo aparto con la mano y lo meto dentro del pijama para que no se moje. Me gusta. Me gusta mucho. Es bonito, pero no sólo por eso. Me recuerda a ti.
No sé si lo sabes, pero has llegado en poco tiempo a ser algo tan importante para mí, que te compararía con una droga. Eres mi adicción. No sé que haría sin ti. Seguramente nada, lo mismo que hasta ahora, pero de una manera más mecánica. Tan mecánica como ahora cuando pienso.
Me pregunto que pasa por tu cabeza. A veces es tan... extraño hablar contigo. No sé lo que piensas, lo que sientes, lo que quieres, nada.
Me he ido por las ramas, es lo que pasa cuando dejas a tus manos escribir solas. Estas pequeñas hacen lo que quieren y acaban yéndose por las ramas. Quiero algo totalmente vacío. Ni una descripción, ni una historia. Nada, una lista de palabras inconexas y sin ningún sentido.
El cielo.
La luz.
El mar.
Agua.
Oscuridad.
Morir.
Vivir.
La muerte es ley de vida.
Lucha.
Apuntes.
Árbol
Hoja.
Flor.
Morado.
Araña.
Delfín.
Esqueleto.
Móvil.
Hueso.
Película.
Palabras inconexas sin ningún sentido aparente. Las primeras que se me pasaron por la cabeza, a menos en un aspecto más exterior, las que se pasaron en mionda principal. Trato de no escuchar mis ondas secundarias, ahora mismo lo que menos me apetece es tener a ese maldito Pepito Grillo tocándome las narices con pensamientos que no me darían más que quebraderos de cabeza. No es mi conciencia, no tengo de eso, ni sentimiento de culpabilidad. Hago cosas mal, como todos, e incluso peores, mucho mucho peores, pero no pienso sobre ellas. Éste Pepito Grillo lo que hace es sacar lo más profundo de mí y ponerlo en una onda secundaria para que poco a poco acabe colando pequeñas trazas de información en mi onda principal.
Viento.
Fuego.
Hermana.
Inglés.
Japón.
París.
Disney.
Ratón.
Universidad.
La lista sigue soñadores, pero mis manos están empezando a retomar el poder, así que lo voy a dejar por hoy
domingo, 14 de noviembre de 2010
Estamos en otoño, ¿verdad? Hace más calor que en verano casi. Estoy un poco cansada de un tiempo tan cambiante. Tan cambiante como yo y mi entorno. Parece que vamos con el tiempo. Cuando hace bueno estamos de malas, y cuando hace malo, de peores. Bueno, en realidad hay cosas buenas, muchas cosas buenas, pero también muchas movidas, cosas raras que no sé cómo coño se apañan para montar. Es que cada uno se monta una película... si las juntara todas, seguro que podría hacer una telenovela número uno en audiencia.
En fin, espero que pase esta racha de tiempo cambiante pronto
Definitivamente voy a pasar de sacar el carnet de coche, ¡¡¡voy a sacar el de submarino!!!
Hoy fui como siempre a la práctica de coche. Llovía. Bueno, en realidad no, en realidad cuando saqué el coche del sitio en el que estaba aparcado no llovía. Me senté, encendí las luces, arranqué y saqué el coche. Un poco hacia adelante, un poco hacia atrás, un poco más hacia adelante y ya has salido. Voy por la carretera, izquierda, derecha y otra vez izquierda. Empieza a llover. Al principio suave, pero va aumentando la velocidad a la que caen las gotas, la cantidad de agua que hay. Limpiaparabrisas a izquierda y derecha, rápido.
Charcos en la calle, coches que paran, arrancan y vuelven a parar. La rutina, a trabajar, atascos, atascos y más atascos. Por fin salgo a una calle poco transitada. Charcos. De mal en peor, al menos me he librado de los coches. Acaba la práctica, volviendo como siempre por el puente del polígono. Ha dejado de llover. Aparco. Atrás con el culo para ponerlo en ángulo. Después empiezo a meter el morro y acabas dando un poco para adelante. Bajo. Ya no llueve.
Llego a casa y me vuelvo a meter en la cama. He dormido lo suficiente, pero estás muerta. Me despiertas a las 11:30. Tenía pensado levantarme a las 10:30, pero me he dormido. Empiezo a prepararme para ir a clase, me ducho, preparo la comida y rápidamente salgo de casa para llegar a los alsas. Pierdo el de y 10 y tengo que esperar al de y 20. Llego a menos cuarto. Subo rápido, casi corriendo por las calles de Oviedo hasta la facultad. Deberían quitar las jodidas cuestas, madre como me cuesta subir por ellas (valga la redundancia, creo que ya sé porqué las llamaron así). Llego a menos 10. En 5 minutos, bueno, un poco más, he subido las dos cuestas y he llegado hasta la plaza Feijoo.
Me encuentro en la escalera de la entrada con una compañera. Subimos las dos a clase. No hay nadie en la entrada. Nadie. Dan en punto. Empiezan a llegar todos en avalancha. Entramos en clase y empieza una discusión (otra vez) por la huelga de mañana por el tema del máster. Escucho todo atentamente, los argumentos que dan mis compañeros a favor y los que da mi profesor en contra. Bueno, no exactamente en contra, sino rebatiendo lesos argumentos y poniéndolos en duda. Podría responder, pero paso, estoy cansada de discusiones. Media hora perdida. Empezamos la clase y damos rápidamente todo. Lo entiendo bien. Me gusta esa clase y suelo participar en ella, pero hoy no estoy con ánimos como para responder a las preguntas y a penas participo. Acaba.
Una hora libre. Voy a la nevera con una amiga y nos ponemos a leer un manga. Llegan las 4 menos cuarto y bajamos al aula. Aún no acabó la práctica de los otros. Salen y entramos a coger sitio. Pasan las clases de una en una, lentas. Además hoy me tengo que quedar una hora más.
Odio los miércoles, salgo a las 9 de clase.
Espero que os guste soñadores, es mi día de hoy, una mierdecilla pasada por agua, pero al menos tengo pequeños detalles que me alegran el día, cierto personajillo que que saca siempre una sonrisilla tonta ^^
PD: Se me olvidaba. ¡¡¡Mañana haré huelga!!! Y voy a ser controladora para que no pase nada ^^
martes, 9 de noviembre de 2010
Hoy me he vuelto a mirar en es espejo después de mese sin hacerlo, bueno, sin mirarme en serio. Me había mirado antes, pero sin mirarme de verdad, sólo para afeitarme y tal vez, sólo tal vez, arreglar un poco mi aspecto. No sé que esperaba encontrarme, pero desde luego no lo que vi.
Tenía unas ojeras increíbles, como quien llevase varias semanas sin dormir bien ni lo suficiente. Otra vez esos ojillos tristes de antaño. Parecía haberme librado de ellos, pero ahí estaban de nuevo. Mi piel tenía un tono pálido enfermizo. Había adelgazado mucho en poco tiempo, mis pómulos estaban muy marcados, se notaban los huesos de mi mandíbula con tal definición que no necesitaría una radiografía para poder verlos con nitidez.
Otra pesadilla. Unos ojos marrones que me importaban demasiado. Ese hombre que tanta felicidad me había dado. Se fue y no volverá. Me miro al espejo y no veo más que una sombra de algo que tal vez fui en su día, pero que no volveré a ser.
Espero que os guste soñadores, es algo que se me ocurrió esta mañana mientras llovía.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Quiero escribir una historia sin más, sin nada que se pueda leer por detrás, sin nada que tenga rasgos de mi personalidad, de lo que soy de lo que quiero ser. Quiero escribir una historia que sea eso, una historia. No quiero héroes, heroínas ni nada de eso. Una descripción. Objetiva. Nada de mi personalidad. El mar estaba en calma. Ni una ola movía la superficie. El sol estaba en lo alto del cielo, reflejándose en ese gran charco. Brillaba entre las nubes. Cegaba con su reflejo a las aves que volaban. Los pájaros caían en picado atravesando ese espejo con el pico y sacar algún pez desprevenido que estaba demasiado cerca. Una y otra vez se sucedían estos pájaros. En fin, espero que os guste el mar soñadores
En fin, me ha dado mucho últimamente con esta cancioncilla infantil.
Incy Wincy Araña
trepó por el canalón.
Vino la lluvia,
y arrastró a la pobre Incy Wincy Araña
Salió el sol
y secó toda la lluvia.
E Incy Wincy Araña
trepó por el canalón otra vez
La verdad que está mucho mejor sin mi traducción macarrónica...
Soñadores, os dedico esta canción (entre otras que pondré en esta entrada o por falta de ganas de traducirlas [sí, son canciones infantiles en inglés que traduciré al español] en otras sucesivas) porque me parece optimista. Vale que la pobre arañita Incy Wincy se caiga por el canalón a causa de la lluvia, pero después sale el sol y vuelve a subir. El sol siempre saldrá y secará los restos de agua que ha dejado la lluvia.
Esta entrada se la dedico especialmente a todos aquellos soñadores que no son capaces de ver que después de la lluvia, va a salir el sol.
Jack and Jill went up the hill,
to fetch a pail of water.
Jack fell down and broke his crown,
and Jill came tumbling after.
Up Jack got home he ran,
as fast as he could caper.
there his mother bound his head
with vinegar and brown paper.
Me gusta esta canción. La primera vez que la oí (bueno, en realidad la leí) fue en un libro, El mar de los trolls, de Nancy Farmer.
Jack y Jill subieron la colina
a por un cubo de agua.
Jack cayó y rompió su corona
y Jill dio volteretas detrás de él.
Luego Jack se levantó y trotó hasta casa
Tan rápido como podía brincar,
Su madre curó su cabeza,
con vinagre y papel de estraza.
Sí, me ha dado por las canciones infantiles hoy... (además en ingles) Espero que os guste y que reflexionéis sobre lo que dije antes. El sol brilla para aquellos que saben verlo.
PD: ya puedo poner vídeos insertando el código *carita de felicidad*
Me desperté desnuda, enredada en las sábanas. A mi lado había un hueco vacío en el colchón. Como cada mañana, te habías ido. Aún no estaba frío del todo, hacía poco que acababa de amanecer. No eran más que las 6:30 de la mañana, pero habías desaparecido con los últimos suspiros de oscuridad.
Por la noche, con la caída del último rayo de sol, aparecerás en mi puerta. Como cada noche, picarás a la puerta y yo te abriré. No me preguntarás qué tal mi día, no te interesa. Me besarás. Tus senos se aplastarán con los míos. Pasarás tus manos, ávidas de mí, por mis caderas hasta acabar en mi trasero. Mis dedos se enredarán en tu pelo negro.
Te conduciré hasta mi cuarto por el pasillo. Por el camino me empujarás contra la pared y me besarás con intensidad. Nuestros labios son sólo uno, nuestros cuerpos se confunden. Me quitarás la camiseta de un tirón. Me harás levantar los brazos y me arrancarás la camiseta mientras tus labios besan mi pecho. Yo no me quedaré quieta y en cuanto termines me giraré y giraré tu cuerpo conmigo. Ahora eres tú la que está contra la pared. Te quitaré la camisa, desabrochando los botones con la boca. No es una tarea fácil, pero me pone a cien hacerlo y sé que tú también lo deseas. Mis labios pasarán por encima de tus pechos, acariciará mi lengua el borde de tu sujetador. Mis manos se dirigirán a tu espalda y desabrocharán tu sujetador. Lo dejaré caer al suelo del pasillo. Tus manos hacen lo propio con el mío.
Estamos cerca del cuarto ya. Te tiro sobre la cama cuando llegamos. Mis labios besarán los tuyos. Mi lengua se abrirá paso por tu boca, saboreando tu saliva. Tu lengua jugará con la mía, acariciándola, tocándola, entrando en mi boca y saliendo de ella. Apartaré mis labios de los tuyos y bajaré por tu cuello. Pasaré despacio por ahí, moviéndome con cuidado. Bajaré después por tu pecho. Me dirigiré hacia tu seno derecho. Empezaré con delicadeza por la parte superior y poco a poco me iré acercando al centro. Mi lengua lamerá suavemente tu pezón. Se va endureciendo al contacto con mi sinhueso. Tu cuerpo se estremece de placer. Cambiaré de lado y haré lo mismo.
Una vez que termine, bajaré por tu tripa. Despacio. Tu piel se estremece al contacto con mis pechos desnudos, al contacto con mis labios, al contacto con mi lengua. Llegaré a tu cintura. Desabrocharé tu pantalón y te lo bajaré. Tu precioso tanga rojo, semitransparente, quedará al descubierto. Te lo quitaré mientras beso tus piernas por el camino. Volveré a tu cintura y te quitaré el tanga, pero no te dejarás.
Me harás girar sobre la cama. Igual que yo te “torturé” a ti, tú harás lo mismo. Besarás mi cuello, me morderás con fuerza. Mi piel se estremecerá. Bajarás por mi pecho y elegirás uno de mis senos. Lo lamerás, lo besarás y lo morderás con delicadeza. Desde fuera hasta el centro, hasta el pezón otra vez. Después el otro. Bajarás, al igual que yo, besando mi estómago. Me quitarás el pantalón. Mi tanga es negro, transparente también. Me lo quitarás también. Me acariciarás con los dedos suavemente. Después, despacio los introducirás en mi interior.
Te sentiré en mi interior. Lo sacarás y lo meterás. Después lo sacarás y lo acercarás a tus labios. Te lo meterás en la boca. El juego hace tiempo que comenzó, pero ahora está en la mejor parte. Te acercarás a mi entrepierna. Tu lengua jugará en ella. Chuparás mi clítoris, lo absorberás, lo morderás suavemente. Mi cuerpo se estremece cada vez más. Mi espalda se arqueará en una curva que expresará placer. Mi respiración se acelerará y de mi boca empezarán a salir gemidos.
Por fin, por fin llegaré. Todo mi cuerpo se estremecerá mucho más. Mi espalda se arqueará hasta una forma inimaginable. Gemiré con más fuerza aún. El placer, el placer supremo. Llegaré. El orgasmo me esperará como un viejo amigo, como cada noche. Me besarás los labios. Aún tiene ese sabor salado. Es tu turno de tocar el cielo.
Bajo por tu estómago. Mi lengua se desliza por tu cuerpo. Llegaré hasta tu ombligo y seguiré bajando. Llegaré a la parte más salada de tu cuerpo. Igual que has hecho tú, la estimularé con mi lengua, con mis labios con todo. Tu cuerpo se estremecerá, tu respiración se acelerará y tu boca soltará intensos jadeos. Tus reacciones serán exactamente iguales que las mías, al fin y al cabo, no somos tan distintas.
Terminarás tú también y me dormiré en tus brazos. Al amanecer volveré a despertarme desnuda, sola en la cama, te habrás ido.
Como cada noche aparecerás y como cada amanecer, te irás. Eres mi princesa, mi muñeca de porcelana y yo, yo soy tu esclava. Soy esclava de tu piel blanca y de tu pelo negro. Soy esclava de tus ojos negros y de tus labios rojos. Soy esclava de tus curvas y de tu cuerpo. Pero no te amo, sólo te deseo. Eres un palacio de placer, de gemidos y de orgasmos. Placer, nada más. Eres la princesa del placer, del sexo y de la desaparición.
Esperaré hasta la noche antes de volver a disfrutar de tu cuerpo para mí, para nadie más.
Bueno soñadores, os dejo aquí una entrada experimental, ya que es la primera que escribo de esta manera. Espero que os guste y que me deis vuestra opinión, lo que cambiarías y qué os ha parecido (Sé que como mucho lo haréis uno o dos, pero os lo agradecería, aunque por otro lado, lo leeréis un máximo de 5 personas, calculo yo...). Tengo más proyectos de este tipo (aunque el próximo será un relato entre dos hombres que le dije a un amigo que le escribiría), pero este es el primero. Hasta la próxima soñadores
Te despiertas entre fríos sudores. Una pesadilla. Una terrible pesadilla.
Aún tiembla todo tu cuerpo, ha sido demasiado real como para haberse tratado de un mero sueño... Aún sientes el frío en todo tu cuerpo... La sensación de unos ojos clavados en tu espalda...
Estabas en tu cama, tranquilamente, cuando de repente unos ojos rojos se plantaron delante de los tuyos. Una piel pálida los sostenía. Pelo negro y enmarañado. Una cruel mueca en sus labios que imitaba a una sonrisa. Sus dientes afilados parecían amenazadores. No sabrías decir si era hombre o mujer, era algo demasiado abstracto como para especificar, además tú no podías apartar la vista de esos ojos rojos... Eran hipnotizadores...
Su boca se abrió y cuando iba a hablar desapareció de delante de ti. Un frío terrible recorrió tu espalda, seguido de un dolor infernal. Unas uñas se clavaban a lo largo de toda tu columna. Una voz infantil susurraba a tu oído "Sólo tú puedes oírnos" con un tono cantarín.
Frío.
De repente esas uñas que se clavaban en tu espalda aliviaron su presión. Te giraste en tu cama para tratar de incorporarte. La habitación estaba totalmente a oscuras. No había ojos rojos. No había nada... sólo esa fría presencia en tu espalda... De repente notaste que algo en tu cuerpo se movía. El frío pasó de tu espalda a tu cuello. Unas manos fuertes lo agarraban.
Te elevaron sobre tu cama con rudeza y te lanzaron contra la pared del fondo. Sangrabas por la boca a causa del golpe que habías recibido. Oías gritos aterradores, llorabas de terror. De nuevo esa terrible voz infantil hablando en tu oído, cantarina... "ahora va a por ti, no podrás escaparte...".El temor caía por tus mejillas en forma de lágrimas, la sangre de tu boca era salada al contacto con tu lengua. Pero lo peor de todo era el frío, ese terrible frío.
De nuevo esos horribles ojos rojos delante de los tuyos. Una mano huesuda y blanquecina se acercaba a tu cara. Metió los dedos en tu boca... acarició tu lengua con sus grimosas manos. Te entraron nauseas. Era una sensación terriblemente desagradable tener una mano que parecía haber muerto hace... siglos... metida dentro de tu boca, acariciando tu lengua, tus dientes. Sus negras uñas se clavaban en tu lengua a cada paso y sus huesudos dedos tocaban tus dientes rozando tus encías con crueldad. De repente su índice y su pulgar se posaron en una de tus muelas, haciendo una forma de pinza, y la arrancaron sin piedad.
Tus encías sangraron y tú te encogiste sobre tu propio cuerpo, mas ese espectro que se encontraba frente a ti te obligó a estirar tu cuerpo y volver a sentarte con la mano que le quedaba libre y una extraña fuerza que no sabías de dónde había sacado. Sostenía en su otra mano, entre sus dedos, tu muela. Esos ojos rojos ya no estaban clavados en los tuyos, sino en el molar que te acababa de arrancar. Abrió brevemente la boca y sacó una lengua larga y afilada, partida a la mitad por el centro. La acercó a tu muela y empezó a chuparla. Enrolló su sinhueso a su alrededor y como un sapo se la metió el la boca y comenzó a masticarla con sus afilados dientes. Acercó su boca a tu oreja. Oías el crujir de las tabas como un ruido atronador cerca de tu oído. Las arcadas hicieron que tu cuerpo entero se estremeciese de la repulsión que te causó esa cacofonía.
Su mano volvió a meterse en tu boca. Uno a uno fue arrancando todos tus dientes y siguió el mismo proceso que antes.
Cuando hubo terminado, acercó su boca a la tuya y sacó la lengua y la introdujo entre las sangrantes encías. La pasó por la sangre, metiéndola y sacándola, saboreando el líquido viscoso y carmesí. Su lengua se introdujo dentro de ti... tan dentro que llegó hasta tu estómago. Podías sentir el repelús de ese extraño... miembro pasando por tu esófago, removiéndose en tus entrañas...
De repente desapareció de nuevo. Sangrabas por la boca. Todo tu cuerpo estaba dolorido. Trataste de levantarte, pero una extraña fuerza te mantenía sujeta a la pared. Llorabas de terror y tratabas de alejarte. No podías. Tu cuerpo estaba como pegado al frío tabique y por muy fuerte que trataras de empujar tu cuerpo, este a penas se movía unos milímetros hacia adelante justo antes de volver a caer pegado a la pared. Por fin esa fuerza pareció aflojarse y caíste lejos del muro sobre tus rodillas.
Hacía demasiado frío, incluso para esa época del año. Unas garras afiladas acariciaron tu nuca. Tu cuerpo se estremeció de la cabeza a los pies y se te puso la carne de gallina. Lentamente giraste tu cara cuando dejaste de sentir esa leve presión para ver lo que había. Nada. Sólo la oscuridad.
Te levantaste lentamente y te apoyaste en tu cama. Notaste algo frío. Tu cuerpo tendido en ella. Tenías la cara deformada. Tenías unos dientes que parecían estar podridos, negros y afilados y tus encías estaban llenas de heridas. Tus ojos estaban cerrados. Tu estómago estaba abierto en canal y todas tus tripas estaban esparcidas por encima de las sábanas y parecía que unas alimañas se hubiesen alimentado con ellas. Tus piernas y tus brazos estaban totalmente magullados y llenos de hematomas y arañazos, como si alguien hubiese pasado un rastrillo por ellos. Estaba en un estado muy avanzado estado de putrefacción. Su piel había tomado ya un tono más bien blancuzco.
Repentinamente tus ojos se abrieron. Bueno, tus ojos no, los ojos del cuerpo que eras tú y se hallaba en la cama. Contemplaste horrorizada como sus cuencas estaban bacías. Abrió más la boca y contemplaste que no tenía lengua. Un ruido infernal trató de salir de sus labios, pero no podía hablar.
En un instante viste su rostro a un par de centímetros del tuyo. Sus manos sujetaron tu cara en el instante en el que tú gritabas. Te arrancaron la lengua en un santiamén y se la metieron en la boca. Parecía encajar a la perfección y ahí se quedó clavada, con un corte longitudinal en el centro por culpa de las uñas al sacarla a la fuerza.
Unos dedos se acercaron a tu ojo derecho. Metió el índice en la parte de arriba, apartándote previamente el párpado con sus negras y putrefactas uñas. Después introdujo el pulgar en el lado inferior, siguiendo el mismo proceso que antes. Sus garras se clavaron profundamente alrededor de los nervios y los retorcieron hasta que se rompieron. Con tu ojo izquierdo, que aún conservabas pudiste ver cómo se lo colocaba en la cuenca vacía. Su iris ya no era marrón, sino que había tomado un temeroso color rojo. Su pupila no era más que un pequeño puntito negro rodeado de un mar de sangre carmesí. Después de un instante, hizo lo mismo con tu otro ojo.
No veías nada. No tenías ya ninguno de tus ojos. Sentiste como unos fríos brazos te alzaban y te tumbaban sobre la fría cama. Su piel era viscosa y blanda. Parecía que tenía gusanos moviéndose por su interior. Sentiste unas zarpas que abrían tu estómago en canal. Esas garras se movían entre tus entrañas. Un aliento cálido sopló por debajo de tu ombligo. Oíste cómo una bestia comía. Sentiste unos dientes en tus entrañas, comiendo ávidamente tus vísceras. Te retorcías de dolor. Era horrible. Estabas asustada, aterrorizada. Veías la muerte cerca, muy muy cerca, pero no lo suficiente como para que te librara de ese dolor... ese temor... De repente dejaste de sentir todo. "Por fin estoy muerta" pensaste. No era así. Abriste los ojos y te incorporaste en tu cama sobresaltada, a la velocidad del rayo. Palpaste tu cara, tus ojos, tus dientes, tu lengua, tus brazos, tus piernas, tu estómago y todo tu cuerpo. Estaba intacto, sólo había sido un sueño. Después de eso te volviste a acostar. Te tapaste con la manta y diste la espalda a la puerta, mirando a la pared, como siempre duermes. Todo había sido un sueño, nada más que un sueño... o no... Pobre ilusa, dormida entre las mantas no viste como unos ojos rojos acechaban por detrás de la puerta... Pero ya era demasiado tarde... esos ojos habían comenzado a moverse... acercarse... sus manos habían empezado de nuevo con su tarea...
Feliz Halloween soñadores, espero que os guste este pequeño homenaje que he hecho a esta fiesta (que no es una americanada y al que lo diga le pienso cortar los huevos, orejas o lo que me apetezca) y que lo paséis muy muy bien. También espero que ningún espectro os aceche detrás de la puerta, en el armario, debajo de la cama o simplemente en vuestros complejos, vuestros miedos, vuestros sueños o qué coño, en vosotros mismos. Lo dicho, feliz Halloween, que lo paséis muy bien y si no sabéis sus orígenes, buscadlos, son realmente interesantes (sí, adoro la cultura celta jajaja) Hasta la próxima soñadores.
Amanecen grises nubarrones que amenazan tormenta dentro de tu cabeza. Muerta estás en una vida insulsa. Un deseo, que todo cambie, desaparecer un tiempo, desconectar de todo... cambiar... ¡oh sí! ¡Cambiar! No volver a ser la que eras antes...
Tu cabeza da vueltas por estúpidas cosas que no deberían tener mayor significado. Malditas discusiones... algunas de ellas, demasiado recientes como para que no te importen, te han dolido demasiado. Caminas por la calle bajo un cielo también gris, también cubierto de nubarrones, como tu cabeza. Caminas abstraída, pensando en tus cosas. La discusión de ayer.
Te duele perderla, perderla por esa estupidez. Fue culpa tuya en muchos aspectos, pero al final trataste de solucionarlo. No crees que merezcas todo lo que te ha dicho. Te ha hecho realmente daño, pero no vas a dar tu brazo a torcer... no es tu estilo para nada... sería como reconocer que no pasa nada, algo hecho de mala manera y sin ganas, no es la forma adecuada de hacerlo. Te dolió realmente cuando dijo que se comportaba como tu perrito faldero. Para nada, tenía muchas más libertades contigo de las que les habrías permitido a casi cualquier otra persona. A un perrito faldero lo habrías mandado a la mierda a la primera por tocarte el culo o intentar besarte medio borracha. Ya te estás cansando de que te ande dando ultimátums, o la eliges o no la eliges, no está la opción de ser sólo su amiga. Estás hasta los ovarios de que cada vez que os veis y tú le digas que no a un beso exponiendo un caso por el que sabes que no deberías hacerlo, te eche en cara que estás enfadada por lo que pasó ese jodido sábado. Es que no le entra en la cabeza que no es por eso… no estás enfadada, sabes porqué fue, el alcohol nunca fue buen consejero, nunca lo fue.
Te ha dicho que es la última oportunidad, que si lo rechazas, la puedes borrar de tu lista de amigos. Tal vez no lo ha dicho así, pero es tal y como lo has entendido tú.
Has tomado ya tu decisión, te duele, pero no vas a dar marcha atrás, a la larga va a ser mucho mejor para ambas…
Amanece entre grises nubarrones que amenazan tormenta en tu mente y en el cielo. Esperemos que mañana haga buen día…
El silencio envuelve mis pasos. Un corredor vacío, oscuro, suelo de madera y cuadros, grandes óleos colgados en las paredes. Caras de personas muertas, personas que seguramente hace mucho tiempo que están muertas, al menos muertas para mí. Las olvidé, las decidí olvidar tal vez, o quizás nunca las recordé. Rostros que te miran acusadores. "Me olvidaste" parecen gritar. "Aún me recuerdas" te susurran algunos de ellos. Además de caras de personas muertas, muertas para ti, hay caras de personas que aún están presentes, demasiado presentes tal vez, personas que preferirías olvidar, no haber conocido nunca mejor.
Caminas por el corredor de tus pensamientos. Pasos silenciosos los tuyos, silencio sepulcral a tu alrededor. Caminas por el corredor de los rostros muertos, de los que están vivos aún, de los que importan y de los que no.
Caminas despacio. Llegas a una puerta de madera. Es grande, más bien enorme. Sabes lo que vas a encontrar detrás, mas aún así vacilas en la entrada. Tu mano tiembla a tomar el pomo.
Lentamente abres el portón. No hay luz dentro, así que tomas una antorcha de la pared. Entras en la nueva sala. A pesar de saber lo que vas a encontrar, tus piernas tiemblan como la primera vez que lo viste, la primera vez que lo sentiste.
Al fondo, otro cuadro, más pequeño que los que había en el frío corredor. Está al fondo del gran habitáculo. Es lo único en toda la habitación que está iluminado. El cuadro es en tamaño natural. Se trata de un varón. Tendrá unos 18 años. Sabes que es alto, ya has estado a su lado más veces, pero desde la distancia es pequeño. El cabello negro le tapa parcialmente la cara, cayendo por los lados en suaves ondas que enmarcan unos preciosos ojos marrones. De estos ojos desciende graciosamente la nariz. No es ni grande ni pequeña, tiene el tamaño justo. Al final del todo sus labios. Sabes que no está sonriendo, nunca está sonriendo cuando llegas, a pesar de que desearías que así fuera. Te encanta su sonrisa, es dulce y hace que te quedes mirándola embobada.
Te paras antes de llegar a la tarima en la que se encuentra. Aún no eres capaz de apreciar el cuadro entero, mas lo has memorizado en tu cabeza. Lleva una camiseta negra, siempre negra y unos vaqueros oscuros. Le sienta genial el color oscuro, la verdad que resalta con su piel clara. Su cuerpo adopta una posición algo tensa y sus brazos están cruzados sobre su pecho. Esperas a llegar un día y encontrarlo en otra pose, pero siempre es así, aún así no pierdes la esperanza de llegar y ver que está con la mirada perdida, en lugar de mirando a la puerta, como esperando a que llegues. Esperas verle apoyado en uno de los laterales, con una pose despreocupada y las manos en los bolsos. Esperas que se aparte un mechón de la cara y mire hacia ti, que sonría. Mas nunca lo hace, siempre está en la misma pose... siempre la misma...
Al fin te decides a continuar la marcha. Posas delicadamente tu pie descalzo en el primer escalón. Impulsas tu cuerpo y pasas tu otro pie al segundo. Después al tercero y último y das cinco pasos más hasta quedarte a un metro del cuadro.
La pose de la figura ha cambiado, ahora no mira a la puerta, te mira a los ojos. Ha descruzado las manos y ha dado un paso a delante. Tú te aproximas también. Levantas una mano, la derecha y él hace lo propio con la izquierda. Sientes el frío tacto del cristal. Sólo os podéis ver a través de un espejo, una pantalla, una cámara, lo que sea.
Levantas tu otra mano y la pasas por su cara. Una caricia ficticia a través del vidrio. Cierra sus ojos para poder sentir el recuerdo de tus dedos acariciando su piel. Mas pronto, muy pronto será ya real, pronto, muy pronto no habrá ningún cristal, ningún espejo, nada de por medio. Tu piel, su piel, pronto, muy pronto.
Soñadores, os pongo aquí otro paseo por una mente oscura y extraña para mí, la mía propia. Tal vez el motivo por el que siempre me haya atraído la psicología y esté estudiando esa carrera es precisamente esto, quiero comprenderme, saber cómo funciona mi cabecita. Además es un reflejo de mis deseos, que pronto, muy pronto dejarán de ser un sueño y serán reales.
Cae suavemente desde el árbol. La fría brisa otoñal la balancea de un lado a otro. Parece un ala delta aprovechando las corrientes de aire caliente. Despacio cae. Parece que nunca llegará al suelo. Realiza piruetas en el vacío aprovechando las ráfagas que hay en el ambiente. Unas la elevan, otras hacen que caiga más hacia la derecha. Vuelve a elevarse. Cambia de dirección. Realiza un tirabuzón en el aire. Cae. Vuelve a subir. De nuevo cae. Se va acercando lentamente al suelo, aunque parece que nunca va a llegar. Da una voltereta en el aire y de nuevo se inclina a la derecha. Cae hacia la izquierda. Sube, baja, derecha, izquierda, voltereta hacia atrás, hacia delante, tirabuzón a la derecha, a la izquierda. Un giro de 360º que la vuelven a dejar en la misma posición. Se acerca aún más al suelo. Unos centímetros. Medio metro. Cae con gracia desde esa altura, sin dejar en ningún momento de realizar este grácil baile en el aire. El viento se acalla cuando está a punto de tocar tierra.
Cae. Por fin llega al suelo. Pasa a formar parte de una alfombra marrón, rojiza y ocre que es el suelo. Muchas antes que ella han caído y ahora forman parte del bonito paisaje. Un camino en el bosque, lleno de árboles, hojas caídas. El otoño ha llegado.
Bueno mis queridos soñadores, tenía ganas de hacer esta entrada. Supongo que habéis comprobado que me gusta mucho el otoño. Es una de mis estaciones favoritas. Me gusta porque la temperatura es suave. Hace algo de frío, pero no demasiado, lo justo para que con una chaqueta y tal vez un abrazo puedas quitarte el frío del cuerpo.
Me gusta además que todo esté pintado de esos tonos marrones, rojizos, ocres, amarillentos y naranjas. Me gusta ver como caen las hojas de los árboles, lentamente, en un grácil baile con el aire. Es bonito sentarse en un prado lleno de árboles y ver como estas caen al suelo. Me gustan especialmente las hojas grandes, esas de arce y similares, es realmente bonito. Además me gusta cuando el suelo queda alfombrado con ellas. Oír como crujen cuando caminas por la calle, sentarse sobre ellas. Tumbarse y sentir las hojas blandas en la espalda. Ver como el árbol se va quedando desnudo y esas hojas caen sobre tu cara, sobre tu cuerpo, llegando al suelo y comenzando a formar parte de esa alfombra.
A veces me pregunto qué se sentirá cuando sabes que vas a morir. Tal vez sea un pensamiento un poco... oscuro. Demasiado quizás, pero siento curiosidad.
He visto en muchísimas películas actores interpretando sensaciones cercanas a la muerte. El terror y el subidón de adrenalina que se produce en ese instante. Pero... ¿qué se siente realmente? Dicen que ves pasar toda tu vida por delante de tus narices y yo me pregunto si será cierto.
Cuando vas a morir... o cuando sientes que vas a morir... me pregunto qué será lo que realmente piensas...
Tendrás miedo. Seguro que tendrás miedo, ¿quién no va a tener miedo de la guadaña?
Pero a parte de eso, ¿qué pasará por tu mente? ¿Pensarás en las personas que quieres? ¿Pensarás en los buenos momentos, en los errores que has cometido? ¿Pensarás en las cosas que desearías haber hecho?
Son unos segundos hasta que dejas de sentir tu cuerpo, hasta que dejas de existir y yo me pregunto, en esos segundos, ¿qué será lo que tu mente hará? Yo creo que mi mente se quedaría en blanco. Me paralizaría. M cuerpo no sabría cómo reaccionar.
Se puede saber el dolor físico que sufrirás, pero otra cosa es lo que pasa por tu mente.
Por eso yo me pregunto... ¿Qué se siente al morir?
Bueno soñadores, es que hoy me ha entrado esta duda, no preguntéis porqué, porque yo tampoco lo sé xD
Te arrebujas un poco más en las mantas. Quieres disfrutar del calor de la colcha un poco más. Aún te quedan, además, esos últimos segundos del sueño, en el que están tan cerca de este mundo que parece tan real.
Has vuelto a soñar con él. Un sueño maravilloso, y es que aún puedes sentir sus brazos rodeándote la cintura, el calor de su cuerpo tras el tuyo, unos labios por tu cuello... Y es que es una delicia cuando estáis juntos... aunque sólo sea un sueño...
Te quedas quieta, y abrazas la almohada con más fuerza. Así sientes como si estuvieses abrazando su cuerpo. Una sonrisa tonta se cuela lentamente en tus labios. No abres los ojos. Quieres disfrutar de tu sueño unos segundos más... unos segundos en los que serás la persona más feliz del mundo... una mera ilusión que sabes que pronto será real...
Ya falta menos, mucho mucho menos, un par de preparativos nada más y os volveréis a ver. Una espiración y volveréis a miraros a los ojos, a tocar vuestras pieles, juntar vuestros labios...
Un suspiro y abres los ojos. El sueño ha terminado definitivamente, pero aún te queda esa sonrisa tonta que tanto odias y que tanto adoras como recuerdo de todo.
Un instante lo que os separa, un respiro, lo que se tarda en darle una calada a un cigarro.
Soñadores, espero que os guste mi entrada, es un sueño, más bien un deseo que tengo, que se repite y que no cesa. Espero que se cumpla pronto y que sea real durante muchas, muchas lunas.
Espero que os guste la canción, es una de las que más me gusta de la peli... bueno, adoro todas las de la peli jajaja.
en siniestro bosque de terror, oscuridad y secretos.
Bajo las húmedas ramas de los árboles de la mano caminan
Filomena y Dafne.
Tranquilo paso el que siguen, pues la leyenda cuenta que en noche de difuntos ahí
han de aparecer espíritus.
Víspera de mencionada noche era...
Una desgracia para ellas la verdad...
Pero atravesar el bosque deberían, para llegar al viejo caserón, donde habían de pernoctar
para así lograr los corazones conquistar, juntas para siempre estar.
Pues decía también la vieja historia, que aquellas personas
que juntas pasaran la noche entera
en la mansión de la sangre, la eternidad juntas habrían de pasar.
Lobos aullaban afuera,
ramas y hojas crujir bajo las zarpas de estas bestias.
Mas ellas no se detuvieron, tomaron sus manos
aún más fuerte
y siguieron caminando a pesar de sus temores para estar siempre
juntas, siempre
las dos.
Mucho camino siguieron hasta por fin con la casa dar.
Tan grandiosa como decían no era, el nombre de mansión grande se le venía,
pues en ruinas encontraron la formidable construcción.
No les importó a las pequeñas muchachas, pues era
para ellas una promesa de eterno amor.
Una habitación buscaron, que en condiciones estuviera, para la noche pasar.
Encontráronla en la primera planta, segunda puerta, tercer pasillo.
Juntas se acostaron y abrazadas se quedaron.
Dafne por fin se durmió
y Filomena a punto estaba de caer
rendida en los brazos de Morfeo, cuando esta última unos pasos oyó
cerca de la puerta
de su habitación.
Tap, tap, tap.
A moverse no se atrevió, apretose aún más
contra en caliente cuerpo de Dafne
y al fin, con el sonido del latir de su corazón
bum, bum, bum,
concilió el sueño Filomena.
Mas cuando en profundo sueño se hallaban, un frío
glaciar sus espaldas recorrió. Algo, alguien
parecía acercarse.
Una sombra.
Un fantasma.
Un espíritu.
Levantáronse al sentir la misteriosa presencia.
Nada.
A su alrededor nada había
que daño pudiera causarles, por lo que
decidieron volverse a acostar.
Craso error, pues no se dieron cuenta de que los aposentos ahora los compartían
con un tercer inquilino, una sombra.
<<Al amanecer ya nada será igual>> Filomena pensaba
<< Y juntas para siempre podremos estar>> Continuaba en sus pensamientos Dafne.
Con esa promesa en sus cabezas, abrazáronse bien fuerte y se besaron en los labios.
Volviéronse a dormir, juntas, la una en brazos de la otra, ignorando sin saberlo
la amenazante presencia que compañía les hacía
en la tenebrosa habitación.
Pobres de ellas.
Nunca más volviéronse a separar.
Juntas amanecieron, abrazadas, frías muertas, mas juntas perecieron
juntas para siempre estarán.
Siempre. Juntas.
Strawberry panic, habéis de ver ese anime, es yuri, pero está de puta madre!
Soñadores, espero que os guste mi relato. Es algo que escribí hace tiempo, aunque lo he cambiado bastante desde el original hasta el que aquí leéis. Espero que os guste (:
PD: la canción no es muy apropiada, pero la que quería poner no la tenían en youtube >.<