La ilusión de un espejo roto

La ilusión de un espejo roto
Y pensaron que sabían lo que veían. Pero sólo era un reflejo

lunes, 23 de diciembre de 2013

Rabia. Odio. Decepción.



Y pensar en esas personas que "eran tus amigas", que se supone que "te conocían" y te digan todas esas mierdas. Pensar en esas personas, más bien perras, falsas, máscaras detrás de una sonrisa que sólo busca tu caída. Sí, no fui buena, pero fui lo mejor que pude dadas las circunstancias. ¿Esperábais a caso que me pudriera, que me consumiera en un mar de lamentos? ¿O es que a caso no puedo disfrutar de la vida? Quizás es que sólo no sea una mala zorra si me pudro en una cárcel de sentimientos con alguien a quien "conozco" pero ya no "quiero" como antes. O supongo que quiero, porque me has demostrado que no eres como pensaba. ¿Que te importé? ¿Que me quisiste? ¿O que me respetaste? No sé cuál de ellas me hace más gracia de todas. Después de lo que me acabas de decir, no sé con cuál reírme más a gusto. Pero, eh, yo soy la puta, la que se abre de piernas ante el primero que cuadre, la que va por la espalda y la que no dice la verdad. 
Y en verdad es a mí a quién habéis jodido. Yo, por intentar ir por las buena. Al final las malas siempre somos las mujeres. Porque claro, nosotras somos las zorras manipuladoras. Y me decepciona. Me decepciona y me entristece que sea esa la imagen que tengais de mí. Porque bueno, yo no creo que sea así para nada. Siempre intento hacer el menor daño posible. Aunque bueno, creo que para la próxima tendré en cuenta quién se merece el cuidado y quién se merece una puta patada en la boca. Avisados estais, me la habéis jugado, pero quien juega con fuego se quema. Y yo ardo más que el sol.
Muerte, destrucción. No haré nada, pero no intentéis volver a joderme. La primera la paso, la segunda os jodo.
 En fin, que la canción no viene a cuento, un poco igual sí. Libertad. Lo que busco y no quieren darme. Sólo tengo libertad para seguir vuestras putas normas. Sólo tengo libertad si soy una zorra. Sólo tengo libertad si soy una puta. Sólo tengo libertad si lucho por ella.

domingo, 1 de diciembre de 2013

El placer de tu humillación

Y qué fácil podría hundirte en la más absoluta miseria. Con un par de palabrejas dichas de la manera adecuada en el lugar indicado. Es tan fácil que hasta me da pena de ti, que tan débil pareces, tan frágil y tan patético. Pero no, no voy a ser así, no soy tan mala como quieres hacer creer. De hecho, yo diría que no soy mala. Perversa tal vez. Cruel, eso seguro. No es que sea mala, es que soy peor. Y con un pestañeo tenerte humillado, tirado a mis pies, rogando que calle. Pero yo te lo advertí, me pediste sinceridad. Pero mi sinceridad es mordaz. Soy cruel con mi sinceridad. Podría suavizar las cosas, pero no, esa no sería yo. Porque yo uso metáforas, pero metáforas crueles. No es que quiera hacerte sufrir, es simplemente que disfruto viendo como tu asqueroso orgullo se escapa por cada poro de tu piel. Disfruto viendo como las lágrimas saltan de tus ojos. Postrado a mis pies, pidiéndome que no siga. Haberlo pensado antes, ahora es tarde y has desatado un tornado que no va a parar. Disfruta de tu caída. Ahora sí que no te levantarás. Desde el suelo y en el estado en que te dejé, no recuperarás tu orgullo, no recuperarás lo que pensabas que era tu ser. Perece bajo la humillación con la que cargarás siempre.