La ilusión de un espejo roto

La ilusión de un espejo roto
Y pensaron que sabían lo que veían. Pero sólo era un reflejo

lunes, 31 de enero de 2011

Tenía una vida perfecta. Buenos amigos, una novia que me quería, una familia genial y los estudios, bueno, me iban bastante bien. No tenía matrículas de honor, pero al menos tenía todas aprobadas y algún notable. Era feliz. Era feliz pero me sentía vacío. Era simplemente como si no pudiera ser feliz. Había tenido malos momentos en mi vida, momentos en los que sí tenía excusa para estar deprimido. Cuando mi mejor amigo murió en el accidente sí tenía excusa para estar deprimido, pero lo superé. Y así alguna otra situación parecida. 
Pero ahora me iba todo perfectamente. Simplemente es que no estaba hecho para ser feliz. La muerte me atraía demasiado cuando era feliz. Quería saber lo que sentía. Quería hacer daño a los que me rodeaban. Pude ver las lágrimas de aquellos que estaban cuando encontraron mi cuerpo. Me disparé en la sien. Conseguí la pistola no sé como y disparé.

miércoles, 26 de enero de 2011

Tenía escarcha en las pestañas

Estaban en lo más frío del invierno. El suelo estaba frío, totalmente congelado. Le costó horrores cavar su tumba en el frío suelo del cementerio. Los cristales de hielo que se formaban en la tierra eran difíciles de romper y cada vez costaba más sacar la tierra. La pala se clavaba mal en el suelo y a veces resbalaba sobre la superficie del piso. Cuando terminó clavó la pala en la cabecera de la fosa y se dejó caer. Cuando terminó tenía escarcha en las pestañas.

Tenía escarcha en las pestañas

Vivía una pesadilla. Poco a poco veía como iba perdiendo aquello que más quería. Pero, sinceramente, no le importaba. Tenía un vacío tan grande en su interior que ni siquiera era consciente de que estaba sucumbiendo a una oscuridad imposible. No podía sentir nada. Su pesadilla no era una pesadilla, era un vacío.
Sin vacilación alguna levantó la vista del teclado y cerró la ventana de su pantalla. Jamás volvió a saberse nada de ella. Salió de su casa y desapareció. La oscuridad de las calles se la tragó y sus zapatos dejaron de resonar poco a poco en el suelo.
Cuando la encontraron, tenía escarcha en las pestañas.

viernes, 21 de enero de 2011

Hoy he hecho el último examen difícil de este semestre. Me he enterado de dos notas, la de este examen y el otro complicado. El primer examen que hice. He suspendido ambos. Uno de ellos fue un suspenso muy amplio. El otro... necesitaba tener bien 20 preguntas de 35. Han sido sólo 15, espero que para la próxima tenga más suerte.

Rosas

Las rosas siempre habían sido mis flores favoritas. Son hermosas. Me gustaban, especialmente las rosas rojas. Es algo típico, pero... son bonitas. Me gustaba su aroma, si tracto, su forma y su color. Pero ahora... bueno, mejor dejadme que os cuente mi historia.
Me regaló una rosa roja y me pidió perdón. Era una rosa hermosa. Aunque en ese momento no me di cuenta de lo que significaba. O tal vez sí. Seguramente me di cuenta, pero simplemente no lo quise admitir. Me convencí a mí misma que me quería y que no volvería a hacerlo.
Al principio era un sol. Era adorable. Paseábamos juntos, íbamos al cine... Me abrazaba, me tocaba el pelo con dulzura, me acariciaba... Me dedicaba palabras bonitas. Sólo una, una vez me gritó. Estaba cansado del trabajo. Le había ido mal el día. La reunión no había ido bien y la empresa en la que trabajaba  estaba mal. Vivíamos ya juntos. Llegó y le di un beso y le abracé. Me apartó de sí con brusquedad. Estaba enfadado y yo aún no había terminado de hacer la cena. Bufó y me gritó. Yo traté de darme prisa. Se me quemó un poco la tortilla, pero la llevé a la mesa. Él se sentó. Tenía esa cara. Sólo se la había visto antes una vez cuando discutía con su padre. Estaba enfadado. Muy enfadado. Me volvió a gritar "¿Es que no sabes hacer nada bien? Deberías aprender de una vez, estoy cansado de llegar a casa después de un día de duro trabajo y que tenga que esperar para tener la cena en la mesa. Pero si al menos fuese algo bueno, pero no, tengo que esperar para esta bazofia." Tiró el plato al suelo y pegó un puñetazo en la mesa. Se levantó y tiró la silla hacia atrás. Me golpeó en la cara y me tiró al suelo. 
Al día siguiente Llegó con una rosa roja. Me pidió perdón. "No pasa nada, fue culpa mía. Tenía que haber preparado la cena antes. La próxima noche lo haré mejor" Me besó la frente y pasó los dedos por mi labio roto " De verdad que lo siento mucho". 
Todo estuvo bien durante una temporada. El trabajo mejoró. Las cosas iban viento en popa. Sonrisas, palabras dulces, otra vez estaba en el paraíso. Hasta que murió su padre. Era un día triste. Estaba deprimido. Lo abracé cuando llegamos a casa. Había bebido. Había bebido más que de costumbre. Me apartó. No quería apoyo, nunca había tenido demasiado aprecio a su padre, pero era alguien de su familia. Me golpeó. "Ha sido culpa tuya. Todas las discusiones que tuvimos fueron por tu culpa. Él nunca quiso que formaras parte de nuestra familia. Y cuando te conoció, oh cuando te conoció, parecías una puta con ese vestido. Jamás te soportó." me golpeó la cara. "Nunca haces nada bien. No traes dinero a esta casa, no eres capaz de tenerla recogida, ni de hacer una cena en condiciones." Cada nueva palabra, cada nuevo insulto iba acompañado de un golpe. Pero no me refiero sólo a golpes psicológicos (aunque esos eran los peores) también golpes físicos. Jamás pensé que sería así. La humillación, los morados, los golpes, el dolor, la impotencia. No fui al dormitorio con él. Me quedé en el salón, acurrucada en el sofá. Me regaló un ramo de rosas esta vez. Me pidió perdón, miles de disculpas. Otra vez me hice la ciega. Ignoré otra vez esto. Volví a perdonarle.
Me escondía los morados con mangas largas. Sonreía con ojos tristes a los vecinos cuando me encontraba con ellos. Si me preguntaban por los golpes "Oh!, soy muy torpe, me he resbalado en la ducha" o "Es que me he golpeado con la puerta" y otras muchas escusas. 
Volvió a hacerlo. Dos veces más ese año. Siempre me regalaba rosas al día siguiente. Palabras bonitas que me decía. Me creí demasiados "lo siento, no volverá a pasar." Nunca traté de escapar. Al principio pensé que  todo pasaría, que acabaría cambiando. Después simplemente lo dejé pasar. Me echaba la culpa a mí misma de todo lo malo que hacía. Me convencía de que no era malo, que yo era la culpable, la que lo hacía todo mal. Le quería, con eso bastaba para soportar todas esas humillaciones, todas esas cosas. Hasta que al final el río de mis lamentaciones se desbordó completamente. Fue un jueves. El 27 de Mayo. Ese día llegó muy muy borracho. Le habían despedido. Entró por la puerta y entró en la habitación. Me tomó por el brazo y me levantó de un tirón. Intentó besarme pero me aparté. "¿Por qué te apartas, pedazo de puta?" y me golpeó en la cara. Me empujó sobre la cama y se tumbó encima mío. Intentó violarme, pero le golpeé y me lo quité de encima. Me agarró otra vez y me volvió a golpear. Me tiró al suelo. Me insultó. Cada palabra me golpeó como mil piedras. Cada puño, cada golpe. Pensé que iba a parar. Me desmayé por el dolor, pero no paró. Esta vez ya no hubo más rosas, al menos no para mí. 
Una rosa sobre una lápida. Una rosa negra sobre mí lápida.
Ahora que conocéis mi historia, supongo que no veréis las rosas con los mismos ojos de antes. Recordad, por encantador que parezca un príncipe, empieza a ser un ogro cuando te golpea la primera vez. No os convenzáis de que es culpa vuestra, porque no lo es. Si os golpea, es su culpa.

Bueno, soñadores, espero que os guste mi nueva entrada, es un poco... triste, pero es tan real como la vida misma. Todos los días ocurren cosas como estas. Yo quiero que esto cambie. Una vez dije que quiero cambiar el mundo y esto son algunas de las cosas que me gustaría que cambiaran.  

jueves, 20 de enero de 2011

Luna llena

Alcé la mirada al cielo. El manto negro de la noche lo cubría. Entre los edificios y las luces de la ciudad vi la luna. Esta noche está llena. Me pregunto si ella también nos mirará, y si lo hace, qué pensará. Somos tan pequeñitos, pequeños, pequeñísimos puntos insignificantes que no brillan con luz propia. Me pregunto qué pensará de nosotros con todo lo que le hemos hecho a la tierra. Hemos contaminado los ríos y los bosques, hemos matado animales, hemos maltratado especies, ecosistemas. Hemos destruido casi toda la belleza del planeta con nuestras manos. Hemos tomado cosas hermosas y las hemos destrozado para hacer cosas grotescas con ellas. También hemos creado cosas hermosas. Hemos cuidado de especies en peligro de extinción. Pero hemos hecho más cosas malas. Me pregunto qué pensará la luna de nosotros después de todo lo que hemos hecho.
En fin soñadores, hoy hay luna llena. Espero que os guste y penséis un poco sobre lo que digo (:

miércoles, 19 de enero de 2011

Puta

No puedo soportar más esa maldita sonrisa hipócrita que muestras cada vez que me miras. Odio Las miradas de reproche que me echas por encima del hombre. No aguanto esa estúpida estúpida cara de gilipollas que se me queda cuando te veo. Estoy cansado de que me tomes por un idiota mientras besas los labios de otro hombre, mientras te postras a sus pies mientras te agarras de su brazo y me ves salir con la cabeza baja por no tropezarme con tus ojos. Esos hipócritas ojos que no hacen más que reprocharme que no fui lo suficientemente bueno como para poder tenerte. ¿Diamantes, joyas, coches, dinero? ¿Qué es lo que quieres? Te he dado lo que tenía, me has quitado lo demás. Eres una mala mujer. Lo peor que me ha pasado. Te odio, te odio con toda mi alma, con todo el dolor de mi corazón. Te odio y siempre te odiaré, porque me has dejado en la ruina. te has llevado mis riquezas, me has quitado mis bienes, me has dejado en la ruina y lo peor, lo peor de todo, me has robado el corazón. Me has arruinado la vida. No puedo olvidarte, no puedo sacarte de mi corazón, no puedo recuperar mi orgullo ni nada.
Eres una sanguijuela. Beso a beso te hiciste un hueco en mi corazón. Con tus bonitas palabras te clavaste en mi alma, profundo y no te puedo sacar. Tallada en mis huesos. Me quitaste todo cuanto tengo. Me robaste a mi familia. Mis amigos no me hablan por todo el "daño" que te hice. Mi trabajo, ¿para qué lo quiero si lo único que me dejaste son deudas? ¿De qué me sirve si ahora llego a una asquerosa caja de zapatos que a penas puedo pagar? Eres una puta. Eres una ludópata que juega con el corazón de los hombres. Pero tú nunca pierdes, ¿verdad? Les sacas hasta la última gota de sangre. Absorbes su alma y les quitas hasta el último céntimo.
Eres una mala mujer. Un demonio con cara de ángel. 
Muérete, desaparece de una vez. Mi vida habría sido mucho mejor si jamás hubieses aparecido en ella.

Bueno soñadores, espero que os guste esta entrada y como hace mucho que no lo hago, voy a poner una canción que lleva el mismo nombre que mi "obra". Espero que os guste extremoduro.

lunes, 17 de enero de 2011

Tap tap tap

Se puso los zapatos de tacón y salió a la calle. Tap tap tap iban sonando por las aceras, tap tap tap mientras se acercaba a la puerta. Tap tap tap mientras caminaba por las calles, tap tap tap cuando saluda a la gente. Tap tap tap entra en un callejón, tap tap tap mientras se le acerca un mendigo. Tap tap ahhhhh cuando le clavan una navaja en el estómago. Eran bonitos tus zapatos de tacón, pero no te sirvieron para nada, para nada, para nada. Ahora sólo sirven para adornar unos pies muertos, tirados en un callejón oscuro por el que no suele pasar gente.
Esa sí era una niña diabólica y no yo. Al menos no trato de hacer daño a la gente que me rodea por el simple placer del dolor ajeno.

domingo, 16 de enero de 2011

(:

Si la vida no hace más que darte palos, sonríe, no dejes de sonreír, en algún momento se cansará. Además por muy falsa que sea tu sonrisa, no se dará cuenta de ello, nadie sabrá que algo te reconcome por dentro si sabes sonreír. (:
En fin soñadores, época de exámenes, mal humor y estado bipolar, creo que entendéis a qué viene la entrada.

viernes, 7 de enero de 2011

Amistad

Era una triste noche de verano. La niña caminaba sola por la calle. Acababa de llegar al parque. Debido a la buena noche, un par de vagabundos dormían en los bancos. Por lo demás, el parque estaba prácticamente desierto. La rueda que por el día no paraba de girar al compás de las risas de los niños a penas se movía con el susurro del viento. El tobogán no era más que un pedazo de plástico solitario. Caminó entre los árboles hasta llegar a los balancines. Uno de los columpios se movía. Había un niño sentado. La niña se acercó, tenía que tomar ese camino para llegar a su casa. El niño estaba mirando a sus pies mientras movía su columpio hacia delante y hacia atrás. Parecía triste. Había rastros de lágrimas en sus ojos. La niña se sentó en el columpio de alado y dijo con voz suave "¿Por qué lloras?" El niño alzó la vista hasta su cara y la miró a los ojos. Eran muy bonitos, brillaban por las lágrimas que había derramado. "Unos ojos tan bonitos como los tuyos deberían estar siempre alegres, no llores, no merece la pena" El niño apartó ora vez la mirada. "¿Por qué estás aquí preguntando por lo que me pasa?¿Acaso me conoces?" Ella le respondió "Claro que te conozco, ¿es que no me has visto por la calle? Siempre me has conocido, siempre he estado cuando llorabas, cuando necesitabas apoyo, ¿no me recuerdas?" Él la volvió a mirar "Lloro por una niña que no me quiere, me hace daño, pero yo la amo" La niña le tomó una mano y besó sus nudillos "Qué más si no te quiere, no te merece, esa niña es mala. El amor te hace sufrir, el amor crea heridas, pero para eso estoy yo, para curarlas, soy la amistad, ¿me recuerdas ya? Siempre que el amor te falle estoy yo, estoy para apoyarte, para escucharte, para ayudarte, estoy para lo que necesites, siempre que quieras, siempre que lo desees, sabes que puedes contar con que yo esté ahí para apoyarte. Cuando llores no pienses en el daño que te hizo Amor, piensa en las heridas que cerró Amistad. Cupido se equivoca con sus flechas a veces, pero yo casi nunca me equivoco. Cuando te hagan daño, acude a mí y no llores, ríe, no hay nada mejor que reírse de la tristeza" Los ojos del niño brillaron con intensidad. Las palabras de Amistad lo habían reconfortado mucho. Se levantó y le agradeció todo, pero ella ya se había ido, tenía que ayudar a muchas más personas.
Bueno soñadores, ahora os pregunto a vosotros, ¿reconocéis a esta niña u os la tengo que presentar? Espero que esto os ayude en los malos momentos. Cuando Amor se equivoca con sus flechas, aparece Amistad para curar las heridas.

jueves, 6 de enero de 2011

Ley de vida

La ironía de la vida, que la muerte es ley de ella. Nacemos y morimos, no ha escapatoria ante la negra presencia del tiempo que pasa. Los granos del reloj de arena van cayendo lentamente. Uno por cada alma que es arrastrada por la dama de la oscura capa. El sudario que la envuelve no será más acogedor que aquello que te espera en vida, pero es lo que te queda, ya que por mucho que te ocultes, ella siempre te encontrará.
Corre por un camino lleno de afiladas rocas. Huye. Date prisa, una sombra se cierne sobre ti. Las calles no son seguras, las farolas que acompañaban tus pasos se van apagando a medida que pasas por su lado. Una presencia extraña te va siguiendo. Un escalofrío recorre tu espalda. Sientes algo que no debería estar tras de ti. Te giras. Nada. Silencio. Viento. Un gato callejero que salta por los contenedores. Será eso, el gato te ha asustado. Tratas de convencerte de que todo está bien. Unos metros más y estarás en casa. Todo está bien, todo está... bien... ¿O no?
Otro sonido. Alago ha golpeado el contenedor. El gato ha gritado. No era un maullido, ni un ronroneo, ni siquiera un bufido. Dolor, muerte en las esquinas. Estás en el portal y has sacado las llaves. Están en la cerradura. Tus manos tiemblan y se pierden en el pomo. Una sombra se cierne sobre ti...
Después de esta ausencia, soñadores, os dedico esta oscura entrada. La continuaré cuando tenga más tiempo e inspiración. Hasta entonces, me despido con esto