La ilusión de un espejo roto

La ilusión de un espejo roto
Y pensaron que sabían lo que veían. Pero sólo era un reflejo

martes, 28 de septiembre de 2010

No hay dioses ni tampoco escoria

Si es que el mundo está plagado de gilipollas... 
Están los que son gilipollas, pero sin embargo se sienten muy superiores a todos, se sienten casi dioses. ¿Y todo porqué? Pues porque son más inteligentes, o más ricos, o tienen más poder o por lo que sea. Pero esas personas no son más que estúpidos monos de feria que no hacen más que pavonearse delante de las demás personas luciendo aquello que las hace "especiales" y discriminando a aquellos que somos normales. A pesar de creerse muy superiores a la media, no son más que la escoria de la sociedad...
Después están aquellos que tienen complejo de inferioridad. Dentro de este grupo hay dos posibilidades de reacción:
          - El primero de estos grupos es el de aquellos que por no tener alguna característica por la que puedan destacar ante aquellos que son "dioses" se dedican a buscar personas que, ya sea físicamente o psicológicamente, sean más débiles que ellos. Las buscan y abusan de ellas, con golpes o palabras, que casi dañan más. Las hacen creer que son lo peor de la gente, un cero a la izquierda. Las golpean, las insultan... Ellos sí son mierda, nada más que eso...
          - Después, el segundo de estos grupos que se sienten inferiores son aquellos que se desprecian a sí mismos. No se consideran nada, por mucho que la gente les diga que son buenos, ellos no hacen más que boicotear su propia vida, su propia existencia. Creen que los demás son mejores y se dejan pisar. No son capaces de darse cuenta de que pueden valer mucho más que aquellos que son "superiores". Y lo único que consiguen con ello es hacer daño a todas las personas que les rodean.
Por último, está la categoría estándar, aquellos que se comportan bien con todo el mundo, son respetuosos, no tratan a nadie como a alguien inferior, sino como un igual, que, en realidad, es lo que somos todos. Todos somos iguales, ni nos dan derecho las cosas que tenemos, (el poder, los estudios etc...) ni nos lo quita el sentirnos inferiores a los demás. Estos pueden relacionarse con cualquiera de los segmentos de la población que hay, ya que no se creen ni superior ni inferior a los demás. El respeto no es algo que pueda dar el dinero ni los estudios, es algo que han de darte tus padres y por último has de querer tener.
Por suerte soñadores, de los grupos que hay, éste último es el más común de todos, porque si llega a ser cualquiera de los otros tres, queridos soñadores, estábamos jodidos...
Escuchadme, porque de verdad os lo digo, todos somos iguales, todos tenemos los mismos derechos y los mismos deberes. Lo único que nos diferencia es el sexo, el color de la piel, los estudios... sólo cosas que no importan, cosas superficiales, porque al final, lo que importa es lo que está detrás de la piel. Ser buena persona, importar o valer no tiene que ver con el poder, ni con lo que uno tiene, sino con lo que uno es. No te sientas nunca distinto a los demás. Lo que nos hace distintos en nuestra sociedad es sentirnos distintos, lo que nos hace "inferiores" es sentirnos así.
Hasta la próxima mi reducido grupo de soñadores, espero que disfrutéis con mis entradas.


PD: Iba a poner una canción, pero no sé como...

lunes, 27 de septiembre de 2010

Primer día

Me tiemblan las piernas. Un nudo en mi garganta no deja salir mi voz. Camino lentamente, mis piernas a penas sujetan el peso de mi cuerpo con su terrible. Abro la gélida puerta. Siento su peso muerto empujando mi mano. Entro en un lugar desconocido. Busco caras conocidas más allá de las que me acompañaban. Veo a una amiga y me acerco. Después miro la fatídica lista. Todos estamos en clases distintas en el laboratorio, aunque al menos yo voy con mi amiga. A las 10 entramos en el salón de actos. Nos dan una hoja con el grupo al que pertenece cada uno de nosotros. Tras una pequeña charla, tanto del decano como de los representantes de los alumnos nos disponemos a visitar el edificio. Nos enseñan los lugares más importantes, las clases, los laboratorios, la cafetería... en fin, lo más importante. Después una charla con nuestro tutor. Interesante. Mi tutor, y por lo tanto el de mi grupo también, es el decano de la facultad. Parece un señor agradable y majo, aunque la verdad que no calla. Después de esto nos reunimos todos en la entrada. Aunque esta vez eramos más de los que eramos al principio.
Fuimos a comer a la cafetería del campus del Milán. Está a 10 minutos de nuestra facultad y es el conjunto de facultades más cercano a nosotros, ya que en psicología no contamos con campus universitario.
Por la tarde las clases dan comienzo a las 4. Hora tras hora tras hora, así hasta llegar a cuatro asignaturas los profesores de cada una de ellas circulan por el aula que se nos tiene asignada. A las 8 nos despedimos de nuestro primer día. Adiós nervios, adiós no saber donde están las cosas y hola nueva vida, hola nuevos compañeros.
Hoy es un pequeño resumen de mi primer día en la facultad. Espero que esto os anime a querer estudiar una carrera soñadores. Da miedo, pero seguro que es genial. Hasta la próxima soñadores

jueves, 23 de septiembre de 2010

Decepción

Hoy me llevé una grandísima decepción. Las personas nunca son como parecen ser y las que mas pinta de ángeles tienen, peores son.
Estaba siendo un gran día, uno de los mejores que he tenido estos últimos meses. Fui a Oviedo con mi mejor amiga a hacer la Gambarraca (aunque al final se quedó aquello en Quisquilla). Llegamos a eso de las 5:00, aunque entre subir la cuesta de la catedral y todo eso (que menudas cuestas, Oviedo es muy bonito, hay que reconocerlo, pero en cuanto al terreno me quedo con Gijón, que al menos esta en llano) llegamos ahí a las 5:15 Eramos cuatro gatos haciendo el tonto en medio de la plaza de la catedral, pero nos lo pasamos genial. Esperamos casi una hora para que nadie llegara, pero por iniciativa de dos personas, a las que rápidamente el resto los imitamos y nos tumbamos en el suelo para hacer la Gamba de Tonterías las Justas. Después de hacer el tonto en medio de Oviedo, donde nadie nos conoce, volvimos de nuevo a Gijón.
Llegamos a Gijón a eso de las 8 (entre llegar a la estación de Alsas, que si espera a que llegue el Alsa, que si espera a que salga la gente, que si no se que, acabamos cogiéndolo a y media casi). Llamamos a quienes dicen ser nuestros amigos para ver si quedábamos para tomar algo juntos antes de marchar a nuestros respectivos hogares. Nosotras propusimos una cervecería que estaba cerca de donde nos encontrábamos y que después nos venía bien para volver a casa. Ellos nos dijeron que fuésemos a un bar algo más alejado y que nos pillaba algo mal a la hora de regresar. Después de discutir con ellos durante un tiempo y de una "bonita" observación por parte de uno de esos personajes de mi persona ("Es que tiene algún problema para arrastrar esa grasa que tiene hasta aquí" o algo similar), decidimos quedar nosotras dos solas y tomar una cerveza. Más tarde, cuando acabábamos de pedir, llamaron a mi amiga. Tras estar hablando un rato con  los susodichos, entró de nuevo en el establecimiento con cara de no haber mantenido una conversación agradable. Me contó lo que habían hablado. Otro amigo que se encontraba al otro lado del teléfono le había insinuado que sólo había salido para verla y que le había sentado mal que se hubiese decantado por otro local en lugar de ir a donde ellos se encontraban, mas cuando ella le echo en cara lo que había salido de los labios de ese personaje, cayó como una puta.
Sí, estoy terriblemente dolida, porque una persona que me importa demasiado se ha dejado comer la cabeza por alguien que en su momento consideré una amiga, mas me dio la espalda. Estoy terriblemente dolida, porque una persona a quien yo consideraba que era casi de mi familia sea capaz de reprenderme cuando yo reía las gracias que alguien hacía sobre cierto sujeto, pero no sea capaz de decir nada a ese personaje cuando directamente me ataca. Por último, estoy terriblemente dolida porque una persona que era mi mejor amigo se ponga en mi contra después de tantos años, en favor de una persona que conoce desde apenas un año...
Sé que no soy perfecta, nadie lo es, pero al menos soy capaz de no hablar mal de nadie, por mucho daño que me haya hecho
Sé también que ninguno de las dos personas a las que dirijo esto lo leerán, pero al menos así me sentiré más a gusto conmigo misma, pues he podido explotar en paz sin apenas manchar a nadie de mi alrededor. 


La próxima entrada espero que sea sobre un tema más alegre que las decepciones que nos llevamos en nuestro día a día, así que me despido de los pocos soñadores que leen mis palabras. Hasta la próxima soñadores.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Un día te despiertas y... no sé, ves el mundo con otros ojos, piensas que nada es ya bonito, la felicidad te abandona, a pesar de que sabes que tienes montones de personas que te quieren a tu alrededor... no sé, te sientes sola...
El cielo es gris, lleno de nubes, nubarrones más bien, amenazan tormenta. La luz del sol trata de colarse por los resquicios que quedan entre las nubes, pero tú no lo ves, sólo eres capaz de ver los nubarrones, las gotas de agua que amenazan con caer, los rayos, los truenos... sólo eso, nada de luz.
Una niña que ve el mundo color de rosa, todo alegría, felicidad, pero al crecer todo se vuelve negro...
La alegría, al igual que la vida, es algo efímero, algo frágil que dura tan sólo un instante. Es fácil romper una alegría es fácil quebrar una vida, lo difícil es que vuelva a recuperarse.
Llega un día en el que acabas hasta los huevos de todo, de que la gente te trate como a una niña, de que todos te digan "no, si la vida esta guay, la verdad es que simplemente eres una pesimista incapaz de ver lo bueno que tiene el mundo". Sí, soy una puta pesimista, si tienes algún problema, pues puerta, no voy a cambiar simplemente porque tú me digas que el mundo es color de rosa. Para mí el mundo es gris, GRIS y si no quiero intentar ser optimista, es mi problema. MÍO
Hay un momento en el que te cansas, no sabes muy bien porqué, pero decides mandarlo todo a la mierda, pasas de buscar el lado bueno de las cosas, y sólo te fijas en lo malo. Las luces que se cruzan en tu camino, tus amigos, tu familia, las personas que te quieren sólo son luces que se van a apagar pronto. A pesar de que el sol brille, todo es oscuridad para ti.
Deseas incluso resbalarte en la ducha y matarte, golpearte la cabeza con el grifo, caer en el agua desmayada y ahogarte. La sangre teñiría el agua de rojo, escarlata para adornar un poco un cuerpo con una triste mueca en los labios.
Tus sueños son pesadillas, algo oscuro que no hace más que volverse aún más negro, más triste.
Más difícil de mantener esa falsa sonrisa en tus labios. Una falsa sonrisa que llevas para que no te pregunten como estás. La verdad que es una pregunta odiosa, sabes que estás mintiendo, pero si dices que no estas bien, que te pasa algo, la gente se empieza a preocupar, te empieza a atosigar con preguntas como "¿Qué te pasa?" o "¿Por qué estás así si sabes que tienes amigos y gente que te quiere?". A ver, ¿cómo demonios hay que decir que lo que me pase es cosa mía y de nadie más? Si quiero estar triste, es por algo, no por gusto. Si quisiera llamar la atención, me cortaría las venas...
Ale, para todos aquellos que me pregunten que me pasa, estoy BIEN si estoy triste es cosa mía y de nadie más, mis problemas ya los soluciono yo, vosotros tranquilos... ¬¬
A pesar de todo esto, llega un momento en el que después de pasarte una noche en la playa, medio borracha con tu mejor amiga, una parte de tu alma, te das cuenta de que la vida no es tan mala. Dejas a un lado tu pesimismo, empiezas a verlo con otros ojos. Obviamente la vida no es de color de rosa, pero al menos tiene matices que no son grises. Empiezas a hablar de las locuras que quieres cometer ahora que aún eres joven. Irte de viaje por Europa con tan sólo una chaqueta, un pantalón, una camiseta y algo de dinero para la gasolina. Una gorra, una guitarra o un tambor, algo que te ayude a hacer locuras por la calle, conseguir algo de dinero haciendo un pequeño espectáculo callejero. Empiezas a ver que, a pesar de todo, la vida no es tan mala como creías. Y a pesar de los intentos del resto del mundo porque tú dejaras de ser una pesimista, lo único que necesitabas era tener a esa persona que te conoce como si fuese ella misma a tu lado, hablar y soñar despiertas un rato... hasta que salga el sol...
Soñadores, después de dos entradas hoy, creo que mi trabajo ha sido más que suficiente. Espero que esto os ayude a daros cuenta de que la vida puede parecer una mierda, pero en realidad tiene matices que son... como decirlo... maravillosos. El suicidio es una salida de cobardes, es solucionar los problemas de la manera más simple. Siempre hay una solución.

Pronto será mañana

Simples palabras arrastradas de tu boca por la brisa sobre el suelo. Simples palabras que acaban cayendo en el olvido, sin llegar a su destino. Palabras que deberían haber llegado a los oídos de alguien, mas ese alguien no estuvo dispuesto a escucharlas. 
Escucha mis palabras, pues son sólo para ti, para quien me importa, para quien me escucha.
Simples palabras arrastradas por el viendo que esperan que pase el tiempo, mas el reloj parece estar parado, la arena cae hacia arriba. El mismo instante ocurre una vez tras otra sin que la manecilla del reloj avance, más bien parece que retrocedan.
Sueña con un sueño que ocurrirá, porque el tiempo avanza, aunque parezca que no y pronto será mañana...
Hasta la próxima soñadores, un alma en pena se despide de vosotros... hasta dentro de poco

martes, 21 de septiembre de 2010



Bueno, esto es el comienzo de un intento por crear algo nuevo. Espero que salga bien y que cuente con el apoyo de, por otro lado, aquellos pocos que tengan la paciencia de leer las paranoias que escriba aquí. Es un blog para escribir lo primero que se me pase por la cabeza, todas las locuras que se me puedan ocurrir y para dar a conocer, más allá de tuenti todas las cosas que he escrito y que espero que os gusten. Hasta aquí mi primera entrada del blog, espero poder contar con el apoyo de todos los, como yo, soñadores que quieren una vida sobre el papel para que sea perfecta.