En fin soñadores, después del mal sabor de boca que me ha dejado la otra entrada, voy a ver si escribo algo dulce para librarme de esa amargura.
La verdad que son sólo idas de pinza, que pensar nunca me vino bien, pero es que cuando una de esas ideas te clava hondo... mal vamos, ¿no creéis?
En fin, he empezado las clases, he madrugado, he tenido que pensar, pero al menos ya tenemos el *** programa (hecho, que no en nuestras manos). Tengo ganas de que terminen los exámenes, aunque sinceramente, me acojona muchísimo que lleguen, no es que mi Semana Santa haya sido... muy productiva que digamos. Sólo he paseado apuntes, aunque bueno, al menos pude abrazar a esa personita que se me ha calado muy hondo en ese agujero que hace las veces de corazón.
Algo breve pero conciso. Ya que ayer no dije nada, con un poco de retraso, ahora lo digo: 7 meses, te quiero cosa, y no te imaginas cuanto.
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