Cae la luna en siniestra noche.
Truena el cielo y rayos lo iluminan,
en siniestro bosque de terror, oscuridad y secretos.
Bajo las húmedas ramas de los árboles de la mano caminan
Filomena y Dafne.
Tranquilo paso el que siguen, pues la leyenda cuenta que en noche de difuntos ahí
han de aparecer espíritus.
Víspera de mencionada noche era...
Una desgracia para ellas la verdad...
Pero atravesar el bosque deberían, para llegar al viejo caserón, donde habían de pernoctar
para así lograr los corazones conquistar, juntas para siempre estar.
Pues decía también la vieja historia, que aquellas personas
que juntas pasaran la noche entera
en la mansión de la sangre, la eternidad juntas habrían de pasar.
Lobos aullaban afuera,
ramas y hojas crujir bajo las zarpas de estas bestias.
Mas ellas no se detuvieron, tomaron sus manos
aún más fuerte
y siguieron caminando a pesar de sus temores para estar siempre
juntas, siempre
las dos.
Mucho camino siguieron hasta por fin con la casa dar.
Tan grandiosa como decían no era, el nombre de mansión grande se le venía,
pues en ruinas encontraron la formidable construcción.
No les importó a las pequeñas muchachas, pues era
para ellas una promesa de eterno amor.
Una habitación buscaron, que en condiciones estuviera, para la noche pasar.
Encontráronla en la primera planta, segunda puerta, tercer pasillo.
Juntas se acostaron y abrazadas se quedaron.
Dafne por fin se durmió
y Filomena a punto estaba de caer
rendida en los brazos de Morfeo, cuando esta última unos pasos oyó
cerca de la puerta
de su habitación.
Tap, tap, tap.
A moverse no se atrevió, apretose aún más
contra en caliente cuerpo de Dafne
y al fin, con el sonido del latir de su corazón
bum, bum, bum,
concilió el sueño Filomena.
Mas cuando en profundo sueño se hallaban, un frío
glaciar sus espaldas recorrió. Algo, alguien
parecía acercarse.
Una sombra.
Un fantasma.
Un espíritu.
Levantáronse al sentir la misteriosa presencia.
Nada.
A su alrededor nada había
que daño pudiera causarles, por lo que
decidieron volverse a acostar.
Craso error, pues no se dieron cuenta de que los aposentos ahora los compartían
con un tercer inquilino, una sombra.
<<Al amanecer ya nada será igual>> Filomena pensaba
<< Y juntas para siempre podremos estar>> Continuaba en sus pensamientos Dafne.
Con esa promesa en sus cabezas, abrazáronse bien fuerte y se besaron en los labios.
Volviéronse a dormir, juntas, la una en brazos de la otra, ignorando sin saberlo
la amenazante presencia que compañía les hacía
en la tenebrosa habitación.
Pobres de ellas.
Nunca más volviéronse a separar.
Juntas amanecieron, abrazadas, frías muertas, mas juntas perecieron
juntas para siempre estarán.
Siempre. Juntas.
Strawberry panic, habéis de ver ese anime, es yuri, pero está de puta madre!
Soñadores, espero que os guste mi relato. Es algo que escribí hace tiempo, aunque lo he cambiado bastante desde el original hasta el que aquí leéis. Espero que os guste (:
PD: la canción no es muy apropiada, pero la que quería poner no la tenían en youtube >.<
No hay comentarios:
Publicar un comentario