La ilusión de un espejo roto

La ilusión de un espejo roto
Y pensaron que sabían lo que veían. Pero sólo era un reflejo

viernes, 8 de octubre de 2010

Una tarde en tu cabeza

Sales de la universidad y te diriges a la parada del bus. Esperas bajo la lluvia, tapada con tu paraguas rosa. Escuchas la música tranquila esperando que llegue pronto, porque estás empezando a estar calada hasta los huesos. Llega al final de una canción de My Chemical Romance.
Estás sentada en el bus. Miras por la ventana como la lluvia cae en el cristal y se van arrastrando las gotas unas a otras por su propio peso. Apoyas tu cabeza sobre tu puño y empiezas a dejar volar tu mente. Empiezas a imaginarte escribiendo esto. La caída de las gotas de agua, el reflejo del asiendo delantero en el cristal. Lo identificas con el videoclip de una canción romántica, triste.
Empiezas a dejar vagar tu mente por un mundo aún más lejano. Las canciones van cambiando. Panic at the disco sigue a Maroon5 y después de este llega una canción deAvalanch. No te das apenas cuenta, a pesar de que tus labios se van moviendo con las letras de las canciones.
Piensas en las clases de hoy. Han sido interesantes, aunque estabas cansada por haber trasnochado anoche. Tenías intención de acostarte pronto, sobre las 11 ó 11:30, pero una cosa llevó a la otra y una conversación con una persona demasiado interesante te retuvo hasta las 12:30. Además antes de dormir debes preparar algunas cosas para el nuevo día. Te gustó especialmente la clase de aprendizaje, ¿verdad? Son clases entretenidas, con los vídeos en los que se asustan a las ratas y las anécdotas del profesor. "Te quiero hasta la asíntota" esa frase os quedará a ti y a tu amiga marcada por mucho tiempo. Después fundamentos de psicobiología. Es interesante. El profesor es algo... peculiar, pero explica bien y es una clase amena. Por último atención. Sabes que a pesar del nombre es la clase más difícil de atender, aunque las cosas que se dan son muy interesantes. Saliste rápido de clase, antes de que llegue el siguiente profesor, pues has decidido que sus clases no merecen la pena, no explica nada, sólo repite lo que traen tus apuntes de la asignatura. Mientras recuerdas esto, piensas en cómo te las vas a arreglar para aprobar todo. No es que lo veas difícil, es que te parece que deberías haber empezado a estudiar al menos dos meses antes del comienzo de las clases.
Tu mente sigue vagando, apartándose por fin de las clases. Piensas en cosas que preferirías que jamás hubiesen ocurrido, cosas que en realidad no han ocurrido, pero que te jodieron como si así hubiese sido. Piensas en las consecuencias que han traído esos... "sucesos". Piensas en lo que debes hacer con eso, pero rápidamente tu mente vuela hasta otro lado. Esto no queda del todo apartado, pero tu atención la ocupa ahora otra cosa. Un caballo. Sí, se te ha ido la pinza por una cosa tan trivial como un caballo. No te acuerdas de lo que estabas pensando, a pesar de que intentas retomar ese pensamiento.
Recuerdas otra cosa y empiezas a pensar en un regalo perfecto que no entienda de distancia. Sí, es algo complicado, pero piensas en lo que puede ser mejor. Tu mente pasa de idea en idea a la velocidad de la luz. Desechas algunas por ser demasiado complicadas y otras por ser demasiado cutres, pero te quedan aún un par de ellas que piensas poner en práctica pronto, antes de la fecha de entrega (otro tema algo complicado, aunque ya has decidido cómo será).
Las gotas de lluvia siguen cayendo y tú te quedas absorta, como hipnotizada con ellas. Cómo caen. Cómo chocan contra el cristal. Cómo son arrastradas por aquellas que están encima. Miras los limpiaparabrisas. Te preguntas porqué los hacen así si no eliminan la totalidad de las gotas que hay, dejan un buen trecho lleno de gotitas. Buscas una manera de que abarquen más espacio. Piensas en alargar los limpiaparabrisas, pero te das cuenta de que está perfectamente calculado para que, cuando se levantan a retirar el agua, no choquen entre sí y no se queden trabados. Piensas en la colocación de uno superior para limpiar la parte de arriba, pero encuentras el problema de que chocaría con los otros dos.
Tu mente sigue divagando por estos temas sin importancia, dejando, de vez en cuando, que toque algún tema importante, pero sólo un instante hasta que tu mirada se vuelve a perder en la carretera, las gotas de agua, los animales que hay en los terrenos colindantes o simplemente en la nada más absoluta que hay.


Soñadores, espero que os guste mi nueva entrada. No es que sea una de las mejores que e escrito, ya que es básicamente un fluir de pensamientos sin sentido. Así es una pequeña entrada al funcionamiento de mi cabeza. Siempre saltando de un pensamiento a otro, inconexos entre ellos. Aunque... ¿qué os voy a contar? Vosotros seréis iguales que yo.



Os dejo aquí from a mountain in the middle of the cabins de Panic at the disco (sí, es la canción que estaba escuchando)


Espero que os guste la canción (:

1 comentario:

  1. Buah tía...a veces me da miedo...pareces yo!!
    Conozco las asignaturas de las q hablas. Cosas de tener un tío q acaba de hacer primero...cosas de ser una mente rucadora, cosas de...en fin.Continúa con esas paranoias, saber no ser la única tía plasta, alegra ;-)
    PD: Canción peculiar, mola. No la conocía

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