La ilusión de un espejo roto

La ilusión de un espejo roto
Y pensaron que sabían lo que veían. Pero sólo era un reflejo

sábado, 30 de octubre de 2010

Halloween

Te despiertas entre fríos sudores. Una pesadilla. Una terrible pesadilla.
Aún tiembla todo tu cuerpo, ha sido demasiado real como para haberse tratado de un mero sueño... Aún sientes el frío en todo tu cuerpo... La sensación de unos ojos clavados en tu espalda...
Estabas en tu cama, tranquilamente, cuando de repente unos ojos rojos se plantaron delante de los tuyos. Una piel pálida los sostenía. Pelo negro y enmarañado. Una cruel mueca en sus labios que imitaba a una sonrisa. Sus dientes afilados parecían amenazadores. No sabrías decir si era hombre o mujer, era algo demasiado abstracto como para especificar, además tú no podías apartar la vista de esos ojos rojos... Eran hipnotizadores...
Su boca se abrió y cuando iba a hablar desapareció de delante de ti. Un frío terrible recorrió tu espalda, seguido de un dolor infernal. Unas uñas se clavaban a lo largo de toda tu columna. Una voz infantil susurraba a tu oído "Sólo tú puedes oírnos" con un tono cantarín.
Frío.
De repente esas uñas que se clavaban en tu espalda aliviaron su presión. Te giraste en tu cama para tratar de incorporarte. La habitación estaba totalmente a oscuras. No había ojos rojos. No había nada... sólo esa fría presencia en tu espalda... De repente notaste que algo en tu cuerpo se movía. El frío pasó de tu espalda a tu cuello. Unas manos fuertes lo agarraban. 
Te elevaron sobre tu cama con rudeza y te lanzaron contra la pared del fondo. Sangrabas por la boca a causa del golpe que habías recibido. Oías gritos aterradores, llorabas de terror. De nuevo esa terrible voz infantil hablando en tu oído, cantarina... "ahora va a por ti, no podrás escaparte...". El temor caía por tus mejillas en forma de lágrimas, la sangre de tu boca era salada al contacto con tu lengua. Pero lo peor de todo era el frío, ese terrible frío. 
De nuevo esos horribles ojos rojos delante de los tuyos. Una mano huesuda y blanquecina se acercaba a tu cara. Metió los dedos en tu boca... acarició tu lengua con sus grimosas manos. Te entraron nauseas. Era una sensación terriblemente desagradable tener una mano que parecía haber muerto hace... siglos... metida dentro de tu boca, acariciando tu lengua, tus dientes. Sus negras uñas se clavaban en tu lengua a cada paso y sus huesudos dedos tocaban tus dientes rozando tus encías con crueldad. De repente su índice y su pulgar se posaron en una de tus muelas, haciendo una forma de pinza, y la arrancaron sin piedad. 
Tus encías sangraron y tú te encogiste sobre tu propio cuerpo, mas ese espectro que se encontraba frente a ti te obligó a estirar tu cuerpo y volver a sentarte con la mano que le quedaba libre y una extraña fuerza que no sabías de dónde había sacado. Sostenía en su otra mano, entre sus dedos, tu muela. Esos ojos rojos ya no estaban clavados en los tuyos, sino en el molar que te acababa de arrancar. Abrió brevemente la boca y sacó una lengua larga y afilada, partida a la mitad por el centro. La acercó a tu muela y empezó a chuparla. Enrolló su sinhueso a su alrededor y como un sapo se la metió el la boca y comenzó a masticarla con sus afilados dientes. Acercó su boca a tu oreja. Oías el crujir de las tabas como un ruido atronador cerca de tu oído. Las arcadas hicieron que tu cuerpo entero se estremeciese de la repulsión que te causó esa cacofonía. 
Su mano volvió a meterse en tu boca. Uno a uno fue arrancando todos tus dientes y siguió el mismo proceso que antes. 
Cuando hubo terminado, acercó su boca a la tuya y sacó la lengua y la introdujo entre las sangrantes encías. La pasó por la sangre, metiéndola y sacándola, saboreando el líquido viscoso y carmesí. Su lengua se introdujo dentro de ti... tan dentro que llegó hasta tu estómago. Podías sentir el repelús de ese extraño... miembro pasando por tu esófago, removiéndose en tus entrañas...
De repente desapareció de nuevo. Sangrabas por la boca. Todo tu cuerpo estaba dolorido. Trataste de levantarte, pero una extraña fuerza te mantenía sujeta a la pared. Llorabas de terror y tratabas de alejarte. No podías. Tu cuerpo estaba como pegado al frío tabique y por muy fuerte que trataras de empujar tu cuerpo, este a penas se movía unos milímetros hacia adelante justo antes de volver a caer pegado a la pared. Por fin esa fuerza pareció aflojarse y caíste lejos del muro sobre tus rodillas.
Hacía demasiado frío, incluso para esa época del año. Unas garras afiladas acariciaron tu nuca. Tu cuerpo se estremeció de la cabeza a los pies y se te puso la carne de gallina. Lentamente giraste tu cara cuando dejaste de sentir esa leve presión para ver lo que había. Nada. Sólo la oscuridad. 
Te levantaste lentamente y te apoyaste en tu cama. Notaste algo frío. Tu cuerpo tendido en ella. Tenías la cara deformada. Tenías unos dientes que parecían estar podridos, negros y afilados y tus encías estaban llenas de heridas. Tus ojos estaban cerrados. Tu estómago estaba abierto en canal y todas tus tripas estaban esparcidas por encima de las sábanas y parecía que unas alimañas se hubiesen alimentado con ellas. Tus piernas y tus brazos estaban totalmente magullados y llenos de hematomas y arañazos, como si alguien hubiese pasado un rastrillo por ellos. Estaba en un estado muy avanzado estado de putrefacción. Su piel había tomado ya un tono más bien blancuzco.
Repentinamente tus ojos se abrieron. Bueno, tus ojos no, los ojos del cuerpo que eras tú y se hallaba en la cama. Contemplaste horrorizada como sus cuencas estaban bacías. Abrió más la boca y contemplaste que no tenía lengua. Un ruido infernal trató de salir de sus labios, pero no podía hablar. 
En un instante viste su rostro a un par de centímetros del tuyo. Sus manos sujetaron tu cara en el instante en el que tú gritabas. Te arrancaron la lengua en un santiamén y se la metieron en la boca. Parecía encajar a la perfección y ahí se quedó clavada, con un corte longitudinal en el centro por culpa de las uñas al sacarla a la fuerza. 
Unos dedos se acercaron a tu ojo derecho. Metió el índice en la parte de arriba, apartándote previamente el párpado con sus negras y putrefactas uñas. Después introdujo el pulgar en el lado inferior, siguiendo el mismo proceso que antes. Sus garras se clavaron profundamente alrededor de los nervios y los retorcieron hasta que se rompieron. Con tu ojo izquierdo, que aún conservabas pudiste ver cómo se lo colocaba en la cuenca vacía. Su iris ya no era marrón, sino que había tomado un temeroso color rojo. Su pupila no era más que un pequeño puntito negro rodeado de un mar de sangre carmesí. Después de un instante, hizo lo mismo con tu otro ojo.
No veías nada. No tenías ya ninguno de tus ojos. Sentiste como unos fríos brazos te alzaban y te tumbaban sobre la fría cama. Su piel era viscosa y blanda. Parecía que tenía gusanos moviéndose por su interior. Sentiste unas zarpas que abrían tu estómago en canal. Esas garras se movían entre tus entrañas. Un aliento cálido sopló por debajo de tu ombligo. Oíste cómo una bestia comía. Sentiste unos dientes en tus entrañas, comiendo ávidamente tus vísceras. Te retorcías de dolor. Era horrible. Estabas asustada, aterrorizada. Veías la muerte cerca, muy muy cerca, pero no lo suficiente como para que te librara de ese dolor... ese temor... 
De repente dejaste de sentir todo. "Por fin estoy muerta" pensaste. No era así. Abriste los ojos y te incorporaste en tu cama sobresaltada, a la velocidad del rayo. Palpaste tu cara, tus ojos, tus dientes, tu lengua, tus brazos, tus piernas, tu estómago y todo tu cuerpo. Estaba intacto, sólo había sido un sueño.
Después de eso te volviste a acostar. Te tapaste con la manta y diste la espalda a la puerta, mirando a la pared, como siempre duermes. Todo había sido un sueño, nada más que un sueño... o no...
Pobre ilusa, dormida entre las mantas no viste como unos ojos rojos acechaban por detrás de la puerta... 
Pero ya era demasiado tarde... esos ojos habían comenzado a moverse... acercarse... sus manos habían empezado de nuevo con su tarea...


Feliz Halloween soñadores, espero que os guste este pequeño homenaje que he hecho a esta fiesta (que no es una americanada y al que lo diga le pienso cortar los huevos, orejas o lo que me apetezca) y que lo paséis muy muy bien. También espero que ningún espectro os aceche detrás de la puerta, en el armario, debajo de la cama o simplemente en vuestros complejos, vuestros miedos, vuestros sueños o qué coño, en vosotros mismos.
Lo dicho, feliz Halloween, que lo paséis muy bien y si no sabéis sus orígenes, buscadlos, son realmente interesantes (sí, adoro la cultura celta jajaja)
Hasta la próxima soñadores.

viernes, 29 de octubre de 2010

Amanece entre grises nubarrones

Amanecen grises nubarrones que amenazan tormenta dentro de tu cabeza. Muerta estás en una vida insulsa. Un deseo, que todo cambie, desaparecer un tiempo, desconectar de todo... cambiar... ¡oh sí! ¡Cambiar! No volver a ser la que eras antes...
Tu cabeza da vueltas por estúpidas cosas que no deberían tener mayor significado. Malditas discusiones... algunas de ellas, demasiado recientes como para que no te importen, te han dolido demasiado. Caminas por la calle bajo un cielo también gris, también cubierto de nubarrones, como tu cabeza. Caminas abstraída, pensando en tus cosas. La discusión de ayer. 
Te duele perderla, perderla por esa estupidez. Fue culpa tuya en muchos aspectos, pero al final trataste de solucionarlo. No crees que merezcas todo lo que te ha dicho. Te ha hecho realmente daño, pero no vas a dar tu brazo a torcer... no es tu estilo para nada... sería como reconocer que no pasa nada, algo hecho de mala manera y sin ganas, no es la forma adecuada de hacerlo. Te dolió realmente cuando dijo que se comportaba como tu perrito faldero. Para nada, tenía muchas más libertades contigo de las que les habrías permitido a casi cualquier otra persona. A un perrito faldero lo habrías mandado a la mierda a la primera por tocarte el culo o intentar besarte medio borracha. Ya te estás cansando de que te ande dando ultimátums, o la eliges o no la eliges, no está la opción de ser sólo su amiga. Estás hasta los ovarios de que cada vez que os veis y tú le digas que no a un beso exponiendo un caso por el que sabes que no deberías hacerlo, te eche en cara que estás enfadada por lo que pasó ese jodido sábado. Es que no le entra en la cabeza que no es por eso… no estás enfadada, sabes porqué fue, el alcohol nunca fue buen consejero, nunca lo fue.
Te ha dicho que es la última oportunidad, que si lo rechazas, la puedes borrar de tu lista de amigos. Tal vez no lo ha dicho así, pero es tal y como lo has entendido tú.
Has tomado ya tu decisión, te duele, pero no vas a dar marcha atrás, a la larga va a ser mucho mejor para ambas…
Amanece entre grises nubarrones que amenazan tormenta en tu mente y en el cielo. Esperemos que mañana haga buen día…

jueves, 28 de octubre de 2010

Pronto, muy pronto. Otro paseo por mi mente

El silencio envuelve mis pasos. Un corredor vacío, oscuro, suelo de madera y cuadros, grandes óleos colgados en las paredes. Caras de personas muertas, personas que seguramente hace mucho tiempo que están muertas, al menos muertas para mí. Las olvidé, las decidí olvidar tal vez, o quizás nunca las recordé. Rostros que te miran acusadores. "Me olvidaste" parecen gritar. "Aún me recuerdas" te susurran algunos de ellos. Además de caras de personas muertas, muertas para ti, hay caras de personas que aún están presentes, demasiado presentes tal vez, personas que preferirías olvidar, no haber conocido nunca mejor.
Caminas por el corredor de tus pensamientos. Pasos silenciosos los tuyos, silencio sepulcral a tu alrededor. Caminas por el corredor de los rostros muertos, de los que están vivos aún, de los que importan y de los que no.
Caminas despacio. Llegas a una puerta de madera. Es grande, más bien enorme. Sabes lo que vas a encontrar detrás, mas aún así vacilas en la entrada. Tu mano tiembla a tomar el pomo. 
Lentamente abres el portón. No hay luz dentro, así que tomas una antorcha de la pared. Entras en la nueva sala. A pesar de saber lo que vas a encontrar, tus piernas tiemblan como la primera vez que lo viste, la primera vez que lo sentiste.
Al fondo, otro cuadro, más pequeño que los que había en el frío corredor. Está al fondo del gran habitáculo. Es lo único en toda la habitación que está iluminado. El cuadro es en tamaño natural. Se trata de un varón. Tendrá unos 18 años. Sabes que es alto, ya has estado a su lado más veces, pero desde la distancia es pequeño. El cabello negro le tapa parcialmente la cara, cayendo por los lados en suaves ondas que enmarcan unos preciosos ojos marrones. De estos ojos desciende graciosamente la nariz. No es ni grande ni pequeña, tiene el tamaño justo. Al final del todo sus labios. Sabes que no está sonriendo, nunca está sonriendo cuando llegas, a pesar de que desearías que así fuera. Te encanta su sonrisa, es dulce y hace que te quedes mirándola embobada.
Te paras antes de llegar a la tarima en la que se encuentra. Aún no eres capaz de apreciar el cuadro entero, mas lo has memorizado en tu cabeza. Lleva una camiseta negra, siempre negra y unos vaqueros oscuros. Le sienta genial el color oscuro, la verdad que resalta con su piel clara. Su cuerpo adopta una posición algo tensa y sus brazos están cruzados sobre su pecho. Esperas a llegar un día y encontrarlo en otra pose, pero siempre es así, aún así no pierdes la esperanza de llegar y ver que está con la mirada perdida, en lugar de mirando a la puerta, como esperando a que llegues. Esperas verle apoyado en uno de los laterales, con una pose despreocupada y las manos en los bolsos. Esperas que se aparte un mechón de la cara y mire hacia ti, que sonría. Mas nunca lo hace, siempre está en la misma pose... siempre la misma...
Al fin te decides a continuar la marcha. Posas delicadamente tu pie descalzo en el primer escalón. Impulsas tu cuerpo y pasas tu otro pie al segundo. Después al tercero y último y das cinco pasos más hasta quedarte a un metro del cuadro.
La pose de la figura ha cambiado, ahora no mira a la puerta, te mira a los ojos. Ha descruzado las manos y ha dado un paso a delante. Tú te aproximas también. Levantas una mano, la derecha y él hace lo propio con la izquierda. Sientes el frío tacto del cristal. Sólo os podéis ver a través de un espejo, una pantalla, una cámara, lo que sea.
Levantas tu otra mano y la pasas por su cara. Una caricia ficticia a través del vidrio. Cierra sus ojos para poder sentir el recuerdo de tus dedos acariciando su piel. Mas pronto, muy pronto será ya real, pronto, muy pronto no habrá ningún cristal, ningún espejo, nada de por medio. Tu piel, su piel, pronto, muy pronto.


Soñadores, os pongo aquí otro paseo por una mente oscura y extraña para mí, la mía propia.
Tal vez el motivo por el que siempre me haya atraído la psicología y esté estudiando esa carrera es precisamente esto, quiero comprenderme, saber cómo funciona mi cabecita. Además es un reflejo de mis deseos, que pronto, muy pronto dejarán de ser un sueño y serán reales.

lunes, 25 de octubre de 2010

Otoño

Cae suavemente desde el árbol. La fría brisa otoñal la balancea de un lado a otro. Parece un ala delta aprovechando las corrientes de aire caliente.  Despacio cae. Parece que nunca llegará al suelo. Realiza piruetas en el vacío aprovechando las ráfagas que hay en el ambiente. Unas la elevan, otras hacen que caiga más hacia la derecha. Vuelve a elevarse. Cambia de dirección. Realiza un tirabuzón en el aire. Cae. Vuelve a subir. De nuevo cae. Se va acercando lentamente al suelo, aunque parece que nunca va a llegar. Da una voltereta en el aire y de nuevo se inclina a la derecha. Cae hacia la izquierda. Sube, baja, derecha, izquierda, voltereta hacia atrás, hacia delante, tirabuzón a la derecha, a la izquierda. Un giro de 360º que la vuelven a dejar en la misma posición. Se acerca aún más al suelo. Unos centímetros. Medio metro. Cae con gracia desde esa altura, sin dejar en ningún momento de realizar este grácil baile en el aire. El viento se acalla cuando está a punto de tocar tierra.
Cae. Por fin llega al suelo. Pasa a formar parte de una alfombra marrón, rojiza y ocre que es el suelo. Muchas antes que ella han caído y ahora forman parte del bonito paisaje. Un camino en el bosque, lleno de árboles, hojas caídas. El otoño ha llegado.
Bueno mis queridos soñadores, tenía ganas de hacer esta entrada. Supongo que habéis comprobado que me gusta mucho el otoño. Es una de mis estaciones favoritas. Me gusta porque la temperatura es suave. Hace algo de frío, pero no demasiado, lo justo para que con una chaqueta y tal vez un abrazo puedas quitarte el frío del cuerpo. 
Me gusta además que todo esté pintado de esos tonos marrones, rojizos, ocres, amarillentos y naranjas. Me gusta ver como caen las hojas de los árboles, lentamente, en un grácil baile con el aire. Es bonito sentarse en un prado lleno de árboles y ver como estas caen al suelo. Me gustan especialmente las hojas grandes, esas de arce y similares, es realmente bonito. Además me gusta cuando el suelo queda alfombrado con ellas. Oír como crujen cuando caminas por la calle, sentarse sobre ellas. Tumbarse y sentir las hojas blandas en la espalda. Ver como el árbol se va quedando desnudo y esas hojas caen sobre tu cara, sobre tu cuerpo, llegando al suelo y comenzando a formar parte de esa alfombra. 
Me encanta el otoño. Marrón, rojizo y ocre.

domingo, 24 de octubre de 2010

¿Qué se siente al morir?

A veces me pregunto qué se sentirá cuando sabes que vas a morir. Tal vez sea un pensamiento un poco... oscuro. Demasiado quizás, pero siento curiosidad.
He visto en muchísimas películas actores interpretando sensaciones cercanas a la muerte. El terror y el subidón de adrenalina que se produce en ese instante. Pero... ¿qué se siente realmente? Dicen que ves pasar toda tu vida por delante de tus narices y yo me pregunto si será cierto. 
Cuando vas a morir... o cuando sientes que vas a morir... me pregunto qué será lo que realmente piensas...
Tendrás miedo. Seguro que tendrás miedo, ¿quién no va a tener miedo de la guadaña?
Pero a parte de eso, ¿qué pasará por tu mente? ¿Pensarás en las personas que quieres? ¿Pensarás en los buenos momentos, en los errores que has cometido? ¿Pensarás en las cosas que desearías haber hecho? 
Son unos segundos hasta que dejas de sentir tu cuerpo, hasta que dejas de existir y yo me pregunto, en esos segundos, ¿qué será lo que tu mente hará? Yo creo que mi mente se quedaría en blanco. Me paralizaría. M cuerpo no sabría cómo reaccionar.
Se puede saber el dolor físico que sufrirás, pero otra cosa es lo que pasa por tu mente.
Por eso yo me pregunto... ¿Qué se siente al morir?
Bueno soñadores, es que hoy me ha entrado esta duda, no preguntéis porqué, porque yo tampoco lo sé xD

jueves, 21 de octubre de 2010

Ilusa realidad


Te arrebujas un poco más en las mantas. Quieres disfrutar del calor de la colcha un poco más. Aún te quedan, además, esos últimos segundos del sueño, en el que están tan cerca de este mundo que parece tan real. 
Has vuelto a soñar con él. Un sueño maravilloso, y es que aún puedes sentir sus brazos rodeándote la cintura, el calor de su cuerpo tras el tuyo, unos labios por tu cuello... Y es que es una delicia cuando estáis juntos... aunque sólo sea un sueño...
Te quedas quieta, y abrazas la almohada con más fuerza. Así sientes como si estuvieses abrazando su cuerpo. Una sonrisa tonta se cuela lentamente en tus labios. No abres los ojos. Quieres disfrutar de tu sueño unos segundos más... unos segundos en los que serás la persona más feliz del mundo... una mera ilusión que sabes que pronto será real...
Ya falta menos, mucho mucho menos, un par de preparativos nada más y os volveréis a ver. Una espiración y volveréis a miraros a los ojos, a tocar vuestras pieles, juntar vuestros labios...
Un suspiro y abres los ojos. El sueño ha terminado definitivamente, pero aún te queda esa sonrisa tonta que tanto odias y que tanto adoras como recuerdo de todo.
Un instante lo que os separa, un respiro, lo que se tarda en darle una calada a un cigarro.
Soñadores, espero que os guste mi entrada, es un sueño, más bien un deseo que tengo, que se repite y que no cesa. Espero que se cumpla pronto y que sea real durante muchas, muchas lunas.





Espero que os guste la canción, es una de las que más me gusta de la peli... bueno, adoro todas las de la peli jajaja.

martes, 19 de octubre de 2010

Filomena&Dafne


Cae la luna en siniestra noche.
Truena el cielo y rayos lo iluminan,
en siniestro bosque de terror, oscuridad y secretos.
Bajo las húmedas ramas de los árboles de la mano caminan
Filomena y Dafne.

Tranquilo paso el que siguen, pues la leyenda cuenta que en noche de difuntos ahí
han de aparecer espíritus.
Víspera de mencionada noche era...
Una desgracia para ellas la verdad...
Pero atravesar el bosque deberían, para llegar al viejo caserón, donde habían de pernoctar
para así lograr los corazones conquistar, juntas para siempre estar.
Pues decía también la vieja historia, que aquellas personas
que juntas pasaran la noche entera
en la mansión de la sangre, la eternidad juntas habrían de pasar.
Lobos aullaban afuera,
ramas y hojas crujir bajo las zarpas de estas bestias.
Mas ellas no se detuvieron, tomaron sus manos
aún más fuerte
y siguieron caminando a pesar de sus temores para estar siempre
juntas, siempre
las dos.
Mucho camino siguieron hasta por fin con la casa dar.
Tan grandiosa como decían no era, el nombre de mansión grande se le venía,
pues en ruinas encontraron la formidable construcción.
No les importó a las pequeñas muchachas, pues era
para ellas una promesa de eterno amor.
Una habitación buscaron, que en condiciones estuviera, para la noche pasar.
Encontráronla en la primera planta, segunda puerta, tercer pasillo.
Juntas se acostaron y abrazadas se quedaron.
Dafne por fin se durmió
y Filomena a punto estaba de caer
rendida en los brazos de Morfeo, cuando esta última unos pasos oyó
cerca de la puerta
de su habitación.
Tap, tap, tap.
A moverse no se atrevió, apretose aún más
contra en caliente cuerpo de Dafne
y al fin, con el sonido del latir de su corazón
bum, bum, bum,
concilió el sueño Filomena.
Mas cuando en profundo sueño se hallaban, un frío
glaciar sus espaldas recorrió. Algo, alguien
parecía acercarse.
Una sombra.
Un fantasma.
Un espíritu.
Levantáronse al sentir la misteriosa presencia.
Nada.
A su alrededor nada había
que daño pudiera causarles, por lo que
decidieron volverse a acostar.
Craso error, pues no se dieron cuenta de que los aposentos ahora los compartían
con un tercer inquilino, una sombra.
<<Al amanecer ya nada será igual>> Filomena pensaba
<< Y juntas para siempre podremos estar>> Continuaba en sus pensamientos Dafne.
Con esa promesa en sus cabezas, abrazáronse bien fuerte y se besaron en los labios.
Volviéronse a dormir, juntas, la una en brazos de la otra, ignorando sin saberlo
la amenazante presencia que compañía les hacía
en la tenebrosa habitación.
Pobres de ellas.
Nunca más volviéronse a separar.
Juntas amanecieron, abrazadas, frías muertas, mas juntas perecieron
juntas para siempre estarán.
Siempre. Juntas.

Strawberry panic, habéis de ver ese anime, es yuri, pero está de puta madre!





Soñadores, espero que os guste mi relato. Es algo que escribí hace tiempo, aunque lo he cambiado bastante desde el original hasta el que aquí leéis. Espero que os guste (:
PD: la canción no es muy apropiada, pero la que quería poner no la tenían en youtube >.<

lunes, 18 de octubre de 2010

When You're Evil - Colour Animatic

  1. Un Punto común.
  2. Una ilusión.
  3. Algo que quieres que sea real.
  4. Un sueño por cumplir.
  5. Una pizca de locura.
  6. Un corazón de hielo.
  7. Hacer latir el corazón de hielo.
  8. Un corazón roto.
  9. Reparar ese corazón roto.
  10. Dos palabras.
  11. Dos cuerpos.
  12. Un alma.
  13. Un sólo sentimiento.
Soñadores, esta es una enumeración, una lista, de cosas que en mi opinión son necesarias. Aún hay más, pero estas fueron las primeras que se me pasaron por la cabeza, además, el 13 es mi número de la suerte (y el martes 13 mi día favorito). Puse estas en concreto (aunque la lista se puede alargar hasta el infinito y más allá [creo que todos sabéis quién decía esto ^^]) porque son las que más importan en cosas de dos.
El amor... ese que hasta hace poco era mi gran desconocido...
Yo, que me jactaba de tener un corazón completamente helado, incapaz de sentir nada, yo que era insensible a todo... y de repente llega un extraño a tu vida, entra... por la puerta grande, como un huracán, arrasando con todo. Baja por la escalinata y abre la puerta de golpe, con pose de Aquí estoy yo. Llega y desbarata en un segundo lo que nadie había conseguido ni siquiera mover.
Una sonrisa en medio de la nada abre esa puerta que estaba cubierta con maderos, clavados para impedir que nadie la eche abajo, y con una mísera sonrisa... es que no hace falta ni que ejerza la menor fuerza. Se abre sola, bajo un hechizo, una mirada, una estúpida sonrisa.
Llegaste a mi vida y en un segundo desbarataste todo, mas ahora no quiero que nada vuelva a su antiguo cauce, he descubierto que me gusta mi vida así, totalmente patas arriba.



PD1: Supongo que todos habéis pensado en dos palabras cuando lo dije en la lista, pero estoy casi segura de que os habéis equivocado, al menos no habéis coincidido con las que yo me refiero. Si habéis pensado "te quiero" "te amo" o similares, estáis equivocados. Puede que en un principio si fuese así, pero en realidad me refiero a otras dos "respeto" e "igualdad". En eso se basa la convivencia. El respeto es imprescindible, de ahí sale la confianza, la amistad, los sentimientos más fuertes. De la igualdad sale el compañerismo, el compartir, las bases de todo. Esos dos factores son los más importantes para mí en una relación, el cariño y el amor son algo derivado de ellos.

PD2: La canción no tiene nada que ver, pero me gusta el ritmo y me gusta la letra, además, "it's so easy when you're evil (básicamente por eso no tiene nada que ver, yo aquí, hablando de amor, respeto, igualdad y esas cosas y la canción diciendo que es muy fácil cuando eres malo)

Infancia

Llega un momento en el que te cansas.
Piensas en lo sencillo que sería volver a tener 10 años. Tu única preocupación sería jugar.
Ese tazo es mío, pero te lo cambio por ese otro.
Un año más es una nueva responsabilidad, madurez, cosas nuevas que has de aprender, sí o sí, no queda otra. Y si no te gustan... Pues si no te gustan te jodes. No hay más.
Qué fácil sería volver a estar en la infancia. Los problemas se vería reducidos a los niños del parque que no conoces, acercarte a ellos y hacer nuevos amigos.
Y sería muy fácil volver a los 10 años, pero... sinceramente, yo no quiero volver atrás. Las responsabilidades, las cosas que aún me quedan por vivir... Por complicada que sea la vida que nos queda por delante, es bonita a su manera, hay que vivirla y disfrutarla.
Soñadores, yo no me quiero estancar en mis 18. Es una etapa maravillosa, pero hay que seguir hacia delante y no estancarse en la comodidad, las fiestas y todas las cosas que siempre, siempre queremos. Cada etapa de nuestra vida es maravillosa, perfecta e inigualable, pero hay que vivirlas, no puedes saber lo que se siente por cosas que te cuentan.





Sé que la canción que elegí es un poco... macabra en relación con el tema de la entrada, pero últimamente me da mucho por el humor negro...

domingo, 17 de octubre de 2010

La desolación de una mentira

Empezó a correr sin un rumbo fijo, con los ojos empapados en lágrimas. No podía creer lo que había visto. Estaba ahí con otra, riéndose, como si no pasara nada. 
La lluvia caía sobre su cara y se confundía con sus lágrimas. Su pelo se empezaba a empapar. Las gotas de agua encharcaban el suelo y caían con un rítmico "ploc ploc ploc" sobre el suelo
Ella corría, sus piernas estaban cansadas, pero no le importaba, sólo podía correr. Correr… correr para huir… correr para olvidar… Sus ojos no podían retener las lágrimas, ni siquiera podía ver bien el camino que estaba siguiendo. Sus pies pisaban charcos y se empapaban los playeros.
Tan dentro de sus pensamientos estaba, que no oyó cuando gritaba su nombre. Era imposible que lo hubiera oído… Estaba demasiado dolida.
Llegó al final de la calle y giró a la derecha. No sabía hacia donde había empezado a correr, pero ahí estaba el parking. Siguió corriendo hasta llegar a la entrada. Se apoyó contra la columna. A penas podía respirar después de la carrera. Miró sus manos temblorosas y se las llevó a la cara. Empezó a llorar con más fuerza aún. Poco a poco fue resbalándose hasta quedar de cuclillas, abrazándose las rodillas y viendo como sus lágrimas empapaban la tela de sus pantalones vaqueros.
Estuvo así cerca de dos minutos, hasta que se calmó su llanto y oyó unos pasos que se acercaban. Era él. ¿Cómo se atrevía a ir hacia ella? No sabía de dónde había sacado fuerzas, pero en un instante se incorporó y se escondió detrás de la columna. El pasó de largo sin verla. Dio un par de vueltas más por esa zona antes de desistir en su búsqueda y marchar.
Rápidamente se acercó a los coches. Había sólo dos en todo el parking, un todoterreno gris y un audi TT rojo. Se dirigió al audi. Se apoyó en la puerta mientras buscaba histérica las llaves en el bolso. Estaba mojado, muy mojado, pero daba igual, ella también estaba empapada, la lluvia no iba a ser piadosa con nadie aquella noche. Al fin las sacó y abrió el coche. Se sentó en el asiento del conductor y se intentó secar las lágrimas que caían con crueldad por sus mejillas. Se puso el cinturón, cerró la puerta y arrancó. El ruido ensordecedor del motor rompió el silencio de la noche. Encendió las luces y se dispuso a salir del aparcamiento. Las gotas de lluvia caían con fuerza sobre el parabrisas.
Se encaminó hacia la carretera que bordeaba la costa. Siempre le había gustado ese camino. Encendió la radio en su cadena favorita. Siempre ponían canciones que le gustaban y la relajaban. La verdad que lo que más le gustaba de esa cadena es que no interrumpían las canciones y a penas hacían comentarios entre el comienzo de unas y de otras. Estaba sonando “green eyes” cuando entró en la desviación que la llevaba hasta la carretera. No había casi ningún vehículo, delante de ella solo veía el reflejo de las luces de sus propios faros. De vez en cuando algún coche se cruzaba con ella, pero nada más que un par de ellos en todo el trayecto. Estaba empezando a relajarse cuando de repente su móvil empezó a vibrar. Conectó el manos libres para poder sostener el volante con calma.
- ¿Quién es?- pregunto al aire
- Soy yo- respondió una voz del altavoz
De repente toda la calma que había logrado acumular se vio abajo. No podía creer que la estuviera llamando. En un instante se tensó. Las lágrimas volvieron a sus ojos. Esas imágenes volvieron a reproducirse en su mente. Ya no estaba tranquila, se había olvidado de todo ello en ese trayecto y ahí estaba de nuevo.
- ¿Cómo te atreves a llamarme?- gritó- ¿Cómo has sido capaz de hacerme esto? No puedo creerlo, has sido... un cerdo, has sido un cabrón- dijo entre llantos.
- Pero no he hecho nada- intentó explicar- ella…
-¿Cómo que no has hecho nada?- interrumpió a gritos- te he visto. ¿Crees acaso que soy tonta? Todas las veces que te ibas, trabajos, clases, ¿eran mentiras también? ¿Cuántas veces me has mentido?
La canción se acabó, empezó una nueva, pero ya no hacía caso de la radio, the Fray tendría que tocar solo para el coche esa noche.
- De verdad que nunca te mentí- dijo- las veces que me he ausentado ha sido por lo que te dije. Te quiero- suspiró- Te quiero desde el momento en que nuestras miradas se cruzaron y nos sonreímos, no he podido dejar de pensar en ti desde el momento en que nuestros labios casi se rozan. Eres lo que más me importa en este mundo, sabes que no podría vivir sin ti.
Pero ella no le escuchaba. Sólo oía mentiras. No podía creerle, no después de que él le hubiera dicho que esa noche no podría verla por un asunto familiar y después se encontrara con esa estampa. No podía creer que utilizara eso que ella misma le dijo a él. No podía creer que utilizara sus propias palabras en su contra.
- Mientes- respondió en un susurro apagado por las lágrimas- No puedo creerte. No me amas, y si ahora mismo desapareciera de tu vida, estarías muchísimo mejor. ¿Quién va a querer a una pobre camarera? Y mucho menos tú, que podrías tener a la chica que quisieras. Eres rico, listo y guapo. Sólo fui un juguete. Tu familia estará además muy contenta. Sé que nunca les pareció bien que estuvieras conmigo.
Hubo un silencio, roto sólo por los gemidos y los llantos de ella. La radio seguía sonando y los ruidos de la noche se colaban por la ventanilla semiabierta.
- No puedo creer que pienses eso- dijo después del silencio- Podría tener a la chica que quisiera, pero la chica que quiero ya la tengo, eres tú. Te lo he dicho millones de veces, no me importa que seas camarera, no me importa que no seas rica, y no me importa lo que piense mi familia del tema. Te amo. Simplemente eso. Eres lo mejor que ha pasado en mi vida. Por favor, vuelve, quiero decirte una cosa.
- ¿De verdad?- preguntó aún con dudas
- De verdad- contestó con voz firme
La canción volvió a terminar. El locutor hizo una pequeña introducción de la siguiente canción. “Bueno, llegamos a la última canción del programa, así que me gustaría dedicársela a todas esas chicas que nunca escuchan. Espero que esta canción la escuchéis” empezó a sonar Maroon 5 con su canción “Won’t go home without you”. Parecía justo la canción indicada para ella…
- Sabes que es cierto- dijo después de un rato de silencio- Te amo
Estaba esperando una respuesta, pero lo siguiente que oyó fue un grito, el sonido de un frenazo, cristales rotos, lágrimas, más lágrimas, pero esta vez lágrimas de terror. Pudo escuchar el ruido del coche al despeñarse por el acantilado. Pudo oír el sonido del vehículo al precipitarse contra el agua y atravesarla con fuerza. La canción seguía sonando en la radio, pero ahora escuchaba más cosas. La oía gemir de terror. Oía el borboteo del agua colándose por la ventanilla entreabierta.
Se le cayó el móvil de las manos. Aún podía oír lo que estaba ocurriendo detrás del teléfono “But now it's far too late, she's gone away Every night you cry yourself to sleep Thinking: "Why does this happen to me?”. No podía creer lo que acababa de pasar. Estaba hablando con ella y de repente… de repente… sólo recordaba un grito, el sonido de los cristales al romperse y una canción… una canción que estaba presente en sus pesadillas desde ese día…
Las lágrimas no le dejaban ver con claridad la carretera y sujetar con tanta fuerza el volante no la dejaba maniobrar mucha rapidez, pero no había nadie más en la carretera. ¿Quién conduciría por esa carretera en un estado un poco dudoso a esas horas? Nadie, pensó ella. De repente levantó la vista. Acababa de llegar a una curva cerrada, así que trató de frenar un poco por precaución. Vio unos faros demasiado cerca de su coche. Sintió el impacto de otro auto empotrándose en su carrocería. Gritó. Lloró. La echaba fuera de la carretera. El cinturón de seguridad la mantuvo en el asiento, pero no impidió que se golpeara en la cabeza. Se desmayó.


Se despertó cuando empezó a sentir el agua lamiéndole los pies por dentro de los playeros. De estar conduciendo su coche pasó a estar rodeada de agua. Maroon 5 seguía sonando en la radio. Se llevó la mano a la cabeza porque le dolía. Abrió los ojos y miró sus dedos. Sangre. Estaba semiinconsciente, pero eso no la dejaba no darse cuenta de que el coche se iba hundiendo poco a poco y que el agua empezaba a llegarle por el pecho. Podía oír como una voz en el teléfono gritaba su nombre. Ella sólo podía gemir en un intento por hacerse oír. Intentó deshacerse del cinturón de seguridad que la impedía moverse. Después de forcejear unos segundos con él consiguió soltarse. Trató entonces de abrir la puerta, pero no pudo, estaba bloqueada. El nivel del agua subía cada vez más. Siguió peleándose con la puerta, pero esta no cedía. Trató después de romper el cristal. Lo golpeó con fuerza varias veces. Lloraba, gritaba, estaba asustada, muy asustada. Siguió golpeando la ventana en un vano intento de quebrar el vidrio, pero ya era demasiado tarde, el coche estaba totalmente inundado y no podía ver ya la superficie.
Lentamente el coche fue hundiéndose con ella hacia su tumba de agua…

Soñadores, esta entrada la escribí hace bastante y sé que no tiene un final feliz. Tengo otro final alternativo a este que, a pesar de que la chica muere al final, yo considero que es más feliz. Es mucho, muchísimo más trágico que este, pues... bueno, no os lo diré, esperaré a que lo suba y lo leáis. Mientras tanto, espero que disfrutéis con esta triste entrada (:


PD: Los sueños se hicieron realidad alguna vez... pero este no llegó a ser real... al menos esta vez. Os dejo una parte que falta en la historia, no por espacio, tiempo ni nada así, sino porque no ha llegado a ocurrir. Con esto os doy una pista de la continuación


<<¿Dónde te escondes, felicidad? ¿En su sonrisa, en sus manos? ?Dónde te escondes, que sólo te encuentro cuando estoy a su lado? Un sueño escrito sobre el papel se hizo realidad un instante y tengo miedo de que ese instante acabe demasiado pronto. Espero que ese instante dure tanto como una puesta de sol, tanto como la existencia del universo. Un segundo, un siglo. ¿Dónde te escondes, felicidad? Las sonrisas fingidas sólo son reales cuando te las dirijo a ti, cuando tú las ves. Donde nacen las lágrimas, en mi pupila hay un hueco para ti, donde nacen los sueños, donde nacen los sentimientos, donde vive mi esperanza y mi corazón. Sin ti mi vida está incompleta, mis sueños son pesadillas y mi existencia no tiene sentido. Dime princesa mía, ¿te casarás conmigo?>>

jueves, 14 de octubre de 2010

Coche

Despacio. Entras en el coche y te abrochas el cinturón. Regulas el asiento de manera que tus pies toquen los pedales sin tener dificultades a la hora de pisar a fondo el embrague. Sujetas el volante con firmeza. Estás de los nervios. Jamás habías hecho nada así, en los juegos de coches del pryka siempre acababas comiéndote todo cuanto había en tu camino.
Giras la llave en el contacto y el motor comienza a rugir. Enciendes las luces y sacas el coche lentamente a la circulación. Afortunadamente no hay casi ningún coche en la carretera. Despacio sueltas el embrague y el coche comienza a moverse hacia delante. Sujetas el volante con más fuerza aún que antes. Estás muchísimo más nerviosa de lo que pensabas. Es tu primera vez y ahora no es un juego en el que puedas pulsar una tecla para comenzar de nuevo. Es algo real. Empieza a llover y además es de noche. No es el mejor día para empezar a practicar. Lentamente vas avanzando por la calle hasta el final. Giras a la izquierda y te metes en una más grande e importante. 
Vas despacio, siguiendo las señas de tu profesor. Giras a izquierda y derecha, frenas, aceleras, cambias de marcha... Estás emocionada, es increíble como con un poco de coordinación todos esos engranajes pueden moverse de tal manera como para hacer caminar a ese monstruo de metal. 
Has acelerado, has frenado, has cambiado las marchas y te sientes bien. Ya sabes más o menos lo básico de una larga tarea para aprender todo eso que necesitas.
Ha terminado la clase. Frenas y pones el freno de mano. Esperas ansiosa la siguiente clase. Quieres mejorar, quieres terminar ya y salir a la carretera.

Aún tienes esta señal en el coche

Aunque sabes que pronto tendrás esta















Bueno soñadores, imagino que lo habéis deducido, pero estoy con las clases prácticas del coche. Vosotros tranquilos, de momento no he atropellado a nadie y eso que voy ya dos clases. Podéis salir a la calle sin mayor peligro ^^

martes, 12 de octubre de 2010

Un sueño. Despacio, despacio. Se cumple. Deseas no despertar. Despiertas y descubres que todo cuanto habías soñado no era más que un mero sueño. La realidad es mucho, mucho mejor que ese sueño, cosas que jamás habrías imaginado, junto con esas que hacían que tus labios suspirasen.
Al final la realidad sí tiene sus cosas buenas... cuando las encuentras.
Es una entrada breve, pero creo que está clara y es bonita. Soñadores, espero que os guste (:

viernes, 8 de octubre de 2010

Una tarde en tu cabeza

Sales de la universidad y te diriges a la parada del bus. Esperas bajo la lluvia, tapada con tu paraguas rosa. Escuchas la música tranquila esperando que llegue pronto, porque estás empezando a estar calada hasta los huesos. Llega al final de una canción de My Chemical Romance.
Estás sentada en el bus. Miras por la ventana como la lluvia cae en el cristal y se van arrastrando las gotas unas a otras por su propio peso. Apoyas tu cabeza sobre tu puño y empiezas a dejar volar tu mente. Empiezas a imaginarte escribiendo esto. La caída de las gotas de agua, el reflejo del asiendo delantero en el cristal. Lo identificas con el videoclip de una canción romántica, triste.
Empiezas a dejar vagar tu mente por un mundo aún más lejano. Las canciones van cambiando. Panic at the disco sigue a Maroon5 y después de este llega una canción deAvalanch. No te das apenas cuenta, a pesar de que tus labios se van moviendo con las letras de las canciones.
Piensas en las clases de hoy. Han sido interesantes, aunque estabas cansada por haber trasnochado anoche. Tenías intención de acostarte pronto, sobre las 11 ó 11:30, pero una cosa llevó a la otra y una conversación con una persona demasiado interesante te retuvo hasta las 12:30. Además antes de dormir debes preparar algunas cosas para el nuevo día. Te gustó especialmente la clase de aprendizaje, ¿verdad? Son clases entretenidas, con los vídeos en los que se asustan a las ratas y las anécdotas del profesor. "Te quiero hasta la asíntota" esa frase os quedará a ti y a tu amiga marcada por mucho tiempo. Después fundamentos de psicobiología. Es interesante. El profesor es algo... peculiar, pero explica bien y es una clase amena. Por último atención. Sabes que a pesar del nombre es la clase más difícil de atender, aunque las cosas que se dan son muy interesantes. Saliste rápido de clase, antes de que llegue el siguiente profesor, pues has decidido que sus clases no merecen la pena, no explica nada, sólo repite lo que traen tus apuntes de la asignatura. Mientras recuerdas esto, piensas en cómo te las vas a arreglar para aprobar todo. No es que lo veas difícil, es que te parece que deberías haber empezado a estudiar al menos dos meses antes del comienzo de las clases.
Tu mente sigue vagando, apartándose por fin de las clases. Piensas en cosas que preferirías que jamás hubiesen ocurrido, cosas que en realidad no han ocurrido, pero que te jodieron como si así hubiese sido. Piensas en las consecuencias que han traído esos... "sucesos". Piensas en lo que debes hacer con eso, pero rápidamente tu mente vuela hasta otro lado. Esto no queda del todo apartado, pero tu atención la ocupa ahora otra cosa. Un caballo. Sí, se te ha ido la pinza por una cosa tan trivial como un caballo. No te acuerdas de lo que estabas pensando, a pesar de que intentas retomar ese pensamiento.
Recuerdas otra cosa y empiezas a pensar en un regalo perfecto que no entienda de distancia. Sí, es algo complicado, pero piensas en lo que puede ser mejor. Tu mente pasa de idea en idea a la velocidad de la luz. Desechas algunas por ser demasiado complicadas y otras por ser demasiado cutres, pero te quedan aún un par de ellas que piensas poner en práctica pronto, antes de la fecha de entrega (otro tema algo complicado, aunque ya has decidido cómo será).
Las gotas de lluvia siguen cayendo y tú te quedas absorta, como hipnotizada con ellas. Cómo caen. Cómo chocan contra el cristal. Cómo son arrastradas por aquellas que están encima. Miras los limpiaparabrisas. Te preguntas porqué los hacen así si no eliminan la totalidad de las gotas que hay, dejan un buen trecho lleno de gotitas. Buscas una manera de que abarquen más espacio. Piensas en alargar los limpiaparabrisas, pero te das cuenta de que está perfectamente calculado para que, cuando se levantan a retirar el agua, no choquen entre sí y no se queden trabados. Piensas en la colocación de uno superior para limpiar la parte de arriba, pero encuentras el problema de que chocaría con los otros dos.
Tu mente sigue divagando por estos temas sin importancia, dejando, de vez en cuando, que toque algún tema importante, pero sólo un instante hasta que tu mirada se vuelve a perder en la carretera, las gotas de agua, los animales que hay en los terrenos colindantes o simplemente en la nada más absoluta que hay.


Soñadores, espero que os guste mi nueva entrada. No es que sea una de las mejores que e escrito, ya que es básicamente un fluir de pensamientos sin sentido. Así es una pequeña entrada al funcionamiento de mi cabeza. Siempre saltando de un pensamiento a otro, inconexos entre ellos. Aunque... ¿qué os voy a contar? Vosotros seréis iguales que yo.



Os dejo aquí from a mountain in the middle of the cabins de Panic at the disco (sí, es la canción que estaba escuchando)


Espero que os guste la canción (:

lunes, 4 de octubre de 2010

Puesta de sol


El sol naciente se pone por el horizonte. Las nubes son de color anaranjado, rosa y violeta.
El cielo empieza a oscurecer, menos por esa pequeña zona, que brilla con intensidad.
Paseas descalzos tus pies sobre la orilla de la playa. El agua lame tus pies. Pisas la fría arena mientras caminas.


Ya falta poco para que desaparezca esa luz. Un instante nada más para que todo se vuelva oscuro. Te sientas. Miras fijamente al sol. Un momento de nada para que desaparezca. Tú no lo sabías, pero cuando ves el sol poniente sobre el mar, cuando desaparece un efecto de la vista te hace ver un destello verde. No lo sabías, pero lo descubres, sola sobre la arena.
El cielo se tiñe de oscuro y el sol desaparece. Un segundo. Menos. Un rayo verde que a penas has percibido. No sabes si es real o no, pero lo has visto.
Te quedas un instante sentada sobre la arena. Es de noche ya. El sol se ha ido y la luna ya asoma.
Te metes en el mar con tu vestido blanco. Las olas van mojando los bajos, pero no te importa. Caminas despacio mientras el agua muerde suavemente tu cuerpo. No te importa nada. Te vas adentrando, más lejos, más profundo.
Una voz en tu cabeza te dice que no lo hagas, pero no la escuchas. ¿Por qué no la escuchas?. Notas el gélido frío del líquido elemento en tu cuello. Te da en la cara y te caes hacia atrás. Empiezas a nadar. Parece el fin. Nadas contra las olas, pero ellas son más fuertes y te arrastran contra el fondo.
Unos brazos te llevan a la superficie. Empiezas a toser para sacar el agua que tenías en tus pulmones. Lentamente te llevan a la orilla. Te tumban en el suelo y te hacen escupir toda el agua que has tragado. Después te dejan descansar. Te duermes. Alguien te arropa en tus sueños y te canta para tranquilizarte.
Despiertas a la mañana siguiente. Ya ha amanecido, aunque no hace mucho y aún hace un poco de frío. Esperas despertarte junto a una sombra, mas estás sola. No hay ninguna huella de presencia alguna a tu lado. ¿Ha sido un sueño, una mera ilusión? Imposible. Puede que el destello verde fuese una ilusión, pero de esto estás segura. Sentiste sus brazos sacándote del agua, sus labios alrededor de los tuyos ayudándote a respirar. Mas está muerto.
Vuelves confundida a tu casa. No sabes que ha pasado, no te importa, sólo sabes que ha estado junto a ti.


Dice una leyenda que cuando el sol se pone sobre el mar, justo en ese instante que sale el rayo verde, el mundo de los vivos y el de los muertos se acerca tanto que puedes oír a los fantasmas, y si el sentimiento es muy fuerte, a veces pueden traspasarlo y quedarse en el mundo de los vivos un instante.

Soñadores, espero que os guste mi nueva entrada. Puede que en apariencia hable de la muerte, pero os aseguro qué es algo mucho más profundo que eso. Habla del amor de verdad, más allá de la muerte, más allá de todo.
Esta historia la he comenzado como una mera puesta de sol, pero mis manos han empezado a escribir solas, (¡sin dejarme siquiera opinar sobre lo que ponía!) y ha quedado como ha quedado. Si os gusta, creo que las dejaré en libertad más a menudo.
Hasta la próxima soñadores, espero que os guste la entrada y que os guste la canción, que, dato que no viene mucho a cuento :P, es una de mis favoritas ^^
PD: Lo del rayo verde en la puesta de sol, no sé si lo sabíais pero es verdad. Lo de la leyenda que yo sepa no, me lo he inventado, basándome un poco en la tercera película de piratas del caribe, en la que el mundo de los vivos y el de los muertos se "junta" durante un instante al caer el sol

domingo, 3 de octubre de 2010

Es tarde. La luz se va yendo. La luna se asoma por tu ventana. Los sueños empiezan a hacerse un hueco en tu cama. Te arropan y mandan las pesadillas lejos. Sueñas con un sol que brilla, una luna que yace a su lado. Sus manos se tocan. De repente esa imagen desaparece. El cielo se vuelve gris y una lluvia de sangre empapa sus manos. Pero no las separan. No pueden, están muertos
Soñadores, hoy me toca un relato dramático, corto, pero espero que os guste
Y a ver si de esta puedo poner un *piiiii* vídeo


viernes, 1 de octubre de 2010

Se resume con un "te amo"

Vuelves la vista atrás y te das cuenta de los errores que has cometido. Han sido muchos en los últimos tiempos. Demasiados tal vez, pero ya no puedes dar vuelta atrás. Cambiarías muchos de ellos. Quieres pedir perdón, pero ya lo has hecho y esta vez no sabes ya como. Te despiertas muchas noches envuelta en sudor por culpa de las pesadillas. Una lágrima cae desde tu ojo por tu mejilla hasta la comisura de tus labios, donde unos dedos que no son los tuyos la retiran con delicadeza. Sientes unos brazos abrazándote por la espalda. Unas manos que te rodean y recogen tus lágrimas cada vez que estas caen.
Esos brazos te protegen, tratan, con una sonrisa, de apartar estos malos pensamientos de tu cabeza, pero tú, por mucho que lo intentas, no eres capaz de pensar en otra cosa. Unos labios se acercan a tu oído. Te susurran que te aman, pero tú no escuchas, sólo oyes, porque no puedes dejar de pensar en lo que has hecho mal.
De repente levantas la vista y ves unos ojos mirando a los tuyos. Los brazos que antes te abrazaban desde atrás están ahora delante tuyo. Sus manos sostienen con delicadeza las tuyas. Sus labios se vuelven a acercar a tu oído. A medida que se aproximan van acariciando con suavidad tu mejilla. Te susurran algo al oído. "Te amo". Vuelven lentamente hacia atrás. Besan tus labios con suavidad al principio. Su lengua acaricia tus labios mientras se va adentrando en tu boca. Respondes. Abres un poco más la boca para facilitar el beso. Tu lengua pasa por sus labios. Vuestras lenguas se tocan. Sientes su respiración acompasada con la tuya.
Súbitamente se separa de ti. Vuestros labios ya no son uno. Su frente está apoyada en la tuya, o la tuya está apoyada en la suya. Os miráis a los ojos. No hacen falta las palabras.El tiempo se detiene. No hay nadie más en el mundo, sólo él y tú. El tic-tac del reloj se ha parado. La arena no cae en el reloj. No hace falta que os lo digáis, ambos lo sabéis. Os amáis.
Te vuelve a besar. Esta vez con más intensidad que antes. Sus majos acarician tu cuerpo y van hasta tu cara. La sujeta con delicadeza y te besa. Despacio te acomodas y te tumbas en la alfombra. Él se tumba encima tuyo. Tus labios se separan y recorren lentamente su cuello. Subes por su mejilla hasta su oreja. Le dices bajito que le amas y le vuelves a besar los labios. Sus manos acarician otra vez tu cuerpo entero. Despacito, con calma te va desnudando. Tú te dejas llevar, disfrutas de cada contacto como un hecho maravilloso. Tus manos se mueven. Acarician su espalda y también, con cariño, suavidad y dulzura le desnudas a él. Estás en el paraíso.
Repentinamente abres los ojos. Él no está ahí. Fue sólo un dulce sueño que esperas que se cumpla. Qué se cumpla pronto, porque le echas de menos y quieres que vuelva. Esperas poder abrazar su cuerpo nuevamente pronto. Quieres volver a estar entre sus brazos, sentir el calor de su cuerpo contra el tuyo. Oír su voz en tu oído diciéndote que te ama. Quieres volver a sentirte en esa dimensión paralela que es la perfección.
Bueno soñadores, espero que os guste mi nueva entrada. Ya sé que es algo romántica, tal vez teñida con un poco de drama o tragedia, no sé como denominarlo, al principio. Tal vez es que estoy enamorada, tal vez es que mi vena romántica ha querido salir a la luz. Esto va por uno de mis soñadores, uno que nunca se da por aludido cuando le digo "te quiero" (aunque sólo sea por sacarme de quicio).
Y sigo sin poder poner la maldita canción >.< (Sí, le he dado a lo de "insertar" y he copiado lo que me trae, pero no sé qué más hay que hacer!!) Para la próxima espero saber cómo se hace bien