La ilusión de un espejo roto

La ilusión de un espejo roto
Y pensaron que sabían lo que veían. Pero sólo era un reflejo

viernes, 11 de marzo de 2011

Frágil porcelana

La locura y la sed de sangre se apoderaron de la pequeña muñeca de porcelana. Era tan pequeña... tan pequeña que sólo soñaba con no ser olvidada, con que alguien estuviera a su lado, con no estar sola... ¿Era acaso tan culpable? ¿No deseamos todos tener compañía?

Soy pequeña...
Soy muy pequeña...
Insignificante...
Algo minúsculo...
Tan tan pequeña...
Pero...
No quiero que me olviden...
¿Qué puedo hacer...
Para que no me olviden...
Para...
No estar sola...?
¡Ya sé! 
Los encerraré conmigo, no podrán escapar y así siempre tendré a alguien, no me sentiré tan pequeña, no me sentiré sola, pero... ¿cómo puedo hacer para que no se escapen...? ¡Ya sé! 
Me esconderé entre las sombras y haré correr un rumor... un rumor, sí, sí y entonces la gente empezará a hablar de mí. Silenciosa y sigilosa como una araña avanzaré y sin que se den cuenta comenzaré a tejer una red a su alrededor. Entonces me abalanzaré, sí, sí y cuando griten, me los llevaré conmigo... y no se podrán escapar...
Esto pensaba una pequeña muñeca de porcelana y minúscula como era empezó a hacer aquello que había pensado. Una noche salió de su escondite y empezó a hacer correr un rumor. La gente empezó a escuchar historias extrañas de una muñeca de porcelana que te robaba el alma cuando la veías. Bueno, no siempre, sólo si al verla asustado gritabas. 
Salió y se llevó a una niña que en su cama vio como su dulce muñequita de piel pálida y ojos claros se movía y caminaba hacia ella. Se la llevó e hizo con su cuerpo una compañera de porcelana también. Después le puso unos hilos e hizo de ella una bonita marioneta de ojos verdes y pelo negro. La sentó a la mesa del té. Ya no estaba sola, pero sentía que la presencia de su primera "amiga" era demasiado poca.
Ya no estoy sola, pero...
Sólo tengo una amiga... 
Tal vez....
Podría...
Traer a más gente...
Sí, sí, así si me aburro de ella, tendré otros amigos.
La muñeca de porcelana siguió con su malévolo plan. Aparecía entre las sombras y daba sustos. Primero a niñas bonitas, después a niños hermosos y por último, cuando se cansó de los infantes, fue a por jóvenes, a por no tan jóvenes y a por ancianos. 
Llegó un momento en el que perdió la cuenta de cuántas marionetas de porcelana había tomando el té en su mesa. Tenía suficientes amigos, pero su cordura se había esfumado completamente. Quiso parar, pero la sed de sangre, el poder que sabía que tenía la dominó de una manera inimaginable por aquellos que lo han llegado a conocer.
La gente se estremecía de miedo al oír sus hazañas. Trataban de olvidarla, de hacerla desaparecer de la realidad, pero ella había pretendido no desaparecer y al final alguien encontraba una bonita muñeca de porcelana de piel pálida ojos azules y pelo rojo. El vestido rojo carmesí y los zapatos negros. La marca de la pesadilla.
La muñequita de porcelana trataba de parar la bestia, la sed de sangre que sentía, pero la locura a la que se había abandonado era tan grande que no podía detenerla. En un breve momento de cordura decidió darle fin a tales atrocidades. Decidió que la única manera de terminar con todo era acabar consigo misma, al fin y al cabo había conseguido aquello que quería, tenía suficientes amigos como para no sentirse sola.
Preparó todo, todas sus marionetas de porcelana hechas de carne humana estaban juntas en la mesa con sus tacitas de té. Preparó los hilos para ser ella otra marioneta más y se los colocó. Acabó con sus maldades en una fiesta del té con sus amigos.
Con la cordura...
Tal vez...
Estaba mejor sola...
Al menos no habría acabado así...
En la mesa ahora encuentras ciento treinta y cuatro marionetas de porcelana hecha de carne humana. Algunas de ellas están rotas, pero es que algunas de ellas son demasiado antiguas. Algunas de ellas tienen cicatrices, pero es que se rompieron un poco cuando las estaba fabricando. En el centro de la mesa hay una muñeca de porcelana intacta. Tiene la piel blanca y el pelo rojo, unos labios rojos también y unos ojos azules, azules vidriosos. Su vestido carmesí y sus zapatos negros llaman la atención a todo aquél que pasa alado de esta macabra fiesta de té...
Os preguntáis quizás porqué conozco esta historia, pero en realidad deberíais preguntaros si la muñeca de porcelana, la última marioneta de mi fiesta de té finalmente pereció...


En fin soñadores, espero que os guste mi entrada. Os voy a dejar unos cuantos vídeos que fueron en parte los que me inspiraron (unos más que otros, en especial dos de los tres) para esta macabra y peculiar historia. Espero que os guste y que me deis una opinión (:


Dead silence:





Dejo aquí también la traducción del poema, porque no soy dios a encontrarla en castellano:



Cuidado con la mirada de Mary Shaw.
Ella no tenía hijos, sólo muñecos.
Si la ves en tus sueños,
Asegúrate de nunca, nunca gritar,
O si no la lengua te va a cortar.

Los sacrificios humanos de alicia:


De aquí saqué lo de querer ser algo más, no sentirse insignificante y el comienzo de la historia.

Por último, Lenore la hermosa niña muerta


Obviamente de aquí saqué lo de la fiesta del té, pero nada más.

Espero que os guste. Tal vez cuando tenga un poco más de tiempo (y encuentre un par de imágenes que no sé dónde andan) la modifique y ponga una imagen que me gusta y creo que quedará bien.

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