Todo es claro. Todo es oscuro. No lo sé, no creo que se pueda decir si algo es blanco o negro, bueno o malo, supongo que dependerá de las circunstancias en las que se haga.
No sé ni por qué he empezado a escribir esto. Supongo que porque estoy con la luz apagada y por lo tanto es oscuro, pero a la vez es claro, porque veo todo perfectamente. La luz del ordenador ilumina y todo está lleno de claridad. No hay algo que se pueda clasificar correctamente sin la posibilidad de haber metido la pata con esa clasificación. Supongo que las etiquetas sólo sirven para la ropa.
Contodo esto me estoy acordando de una cosa que nos enseñó un profesor en la facultad. Una teoría que justifica la violencia. Ahora mismo no recuerdo el nombre, pero era algo así como: una persona que dice que la vida es lo más importante, que jamás mataría, pero resulta que tiene a un hijo enfermo, se ha descubierto una solución para la enfermedad que tiene, pero es muy cara y esa persona no tiene dinero para pagarla. En la farmacia la tienen y podría robarla. ¿Qué haríais vosotros? Supongo que la robaríais.
Bien, ahora pongamos en juego otro factor más. ¿Y si resulta que robándola conseguís que sea el hijo del farmacéutico quien se muera? EL farmacéutico pierde el dinero del medicamento y le hacen responder por ello, no lo puede pagar, por lo que le despiden, se queda sin trabajo, por lo que no tiene dinero para pagar la hipoteca, ni comida para su familia ni nada. En ese caso, ¿robaríais el medicamento? Yo creo que sí, al fin y al cabo nos importa más lo que les pase a los que son cercanos a nosotoros que a los que no los son.
En fin soñadores, espero que os guste mi reflexión.
jueves, 27 de octubre de 2011
El claro sonido de un cristal al romperse. El ruido sordo de un cuerpo al caer. Una mancha roja sobre la alfombra. Una carta encima de la mesa. Una copa rota en el suelo. Cristales encima de la cama.
No soñadores no, las cosas no se hacen así. creo que lo correcto es ser sincero. No sé, pero si estás tonteando con tu ex, al menos deberías decirle que tienes nueva novia desde hace.. oh! casi una semana. Creo que en ese tempo ha habido ocasiones. Que me la suda las circunstancias y que la vayas a dejar, pero no sé, ¿y si no lo hubiese descubierto? Me parece bastante hipócrita no habérmelo dicho, y bastante gilipollas, aunque bueno igual tenias la intención de ocultármelo y seguir con ambas si que yo me enterase. Craso error amigo, y mucho más si tienes esos comentarios en tuenti. Te recuerdo que me tienes agregada.
En fin soñadores creo que está más que claro por donde van los tiros y seguramente sea algo que os la sude, pero bueno, tenía que desahogarme y ya que no está mi psicólogo de palo disponible... pues os toca a vosotros aguantarme...
Lo encontró. Tenía la cara triste, había descubierto la cruda realidad.
- ¿Qué te pasa? ¿No sabías que era así?
+ No, no imaginé que doliese tanto, mi mundo era... bonito, me gustaba, era feliz.
- Es que no puedes vivir en tu propio mundo, la realidad te acabará absorbiendo.
+ Pero es que el mundo real no me gusta, me deprime.
- Pero es el mundo real.
Alzó la mirada hacia sus ojos. Estaban húmedos, con lágrimas.
+ ¿Entonces qué hago? Es demasiado triste...
- Vive con un pie en cada mundo. Uno para tu mundo y otro para el mundo real. Así podrás compaginar lo malo de uno con lo bueno de otro. Así la realidad no podrá hacerte daño y sacarte a la fuerza de tu mundo y tu mundo te ayudará a sobrellevar lo malo del mundo real.
+ Pero... mi mundo lo han destruido...
Le sonrió cuando escuchó esas palabras y lo cubrió con su manto en un fuerte y cálido abrazo. Acercó sus labios a su oído y susurró dulcemente:
+ Ven entonces, te dejo un cachito de mi mundo. Es dulce, amable y nada te podrá hacer daño. Siempre que me necesites estaré ahí para ti, pero ten en cuenta que no puedes olvidar la realidad, ella no es amable, pero siempre que necesites algo, ven a mi mundo, siempre hay sitio para ti...
La verdad que hacia una eternidad y media que no me pasaba por aquí. Y la verdad, si os soy sincera, no lo eché en falta lo más mínimo. Supongo que el no tener nada que decir ayuda a "desengancharse" del blog. El no tenr nada que decir y la falta de inspiración.
Pero hoy... es distinto, llevo un día extraño, un día gris, un día melancólico, algo que, por otra parte, no desentona demasiado con mi forma de ser. Y yo me pregunto, ¿en qué se diferencia hoy de los demás días? ¿Por qué hoy estoy así, pensativa melancólica? Pues sinceramente, no tengo la menor idea, al fin y al cabo es un jueves tan normal como cualquier otro. He madrugado, me he vestido, me he peinado, he ido a los alsas para venir a Ovedo.
Supongo que todo empezo el miércoles por la noche, hay conversaciones, palabras y frases que de por sí no tienen demasiada importancia, pero en los labios de un alguien concreto nos trastocan más de lo que nos gustaría admitir. Nada del otro mundo, una conversación como cualquier otra, pero sin darme cuenta se fue colando en mi alocada cabecita y me ha dejado pensativa.
Estaba yendo a Oiedo en el alsa, como antes dije, cuando de repente una canción hizo que un pensamiento se colase. No un mal pensamiento, uno cualquiera, pero llevo a otro y a otro más. Resultado, me acabé acordando de cierto alguien, que por otro lado no consigo sacarme de la cabeza, pero esta vez de forma distinta y por primera vez tuve miedo. No un miedo físico e irrefrenable, sino un miedo tonto, un miedo al futuro próximo. ¿Y si las cosas salen mal? Me dio miedo ese pensamiento. Otros pensamientos se agolpaban y deseaban salir a la luz. Pensamientos que pensé que hacía mucho que se habían ido, pero sólo estaban guardados en una cajita y acabaron por salir.
Llegué a la conclusión de que nunca se me dio bien superar las cosas. Nunca se me dio bien olvidar ni sacar a la gente de mi cabeza. Bueno, depende a qué gente, la gente que no sale de mi cabeza es gente que me absorbe, que me atrapa y después no sale.
Primero pensé en una de esas personas. Ya me acostumbré a convivir con él, pero al fin y al cabo lleva ahí metido mucho tiempo. Es una rutina, le saludo, le doy un beso en la mejilla y después dejo que haga lo que quiera. A veces vuelve a aparecer, y le sonrío, otras viene con una anción y otras simplemente no viene.
Después hay otras dos, pero esas a penas pasan por mi cabeza, sólo en momentos contados, detalles tontos que me hacen recordarlas
Pero no es lo mismo con esa otra persona, la que ha invadido mi mente, la que no sale ni a patadas. Esa no me da ningún respiro. No me acostumbré a convivir contigo aún y, sinceramente, no creo que lo haga. Él me saluda y yo también, le doy un beso, pero después no se va a hacer lo que quiera y me deja en paz. No, en su lugar se pasa todo el rato en mi cabeza, ahí como un mordaz cazador que no deja de vigilar a su víctima ni por un momento. Está ahí, cantándome en la música, viéndome en los cristales, saludándome en las nubes, sonriendo maliciosamente en las fotos, riéndose en las carcajadas, hablándome en las letras incoherentes de un teclado estropeado. Está ahí, en mi mente, sin salir.
No lo sé, es algo que puede conmigo, simplemente algo demasiado fuerte como para superarlo...
No soy capaz de convivir así contigo en mi cabeza, no dejas de recordarme que existes...
Por último, unas canciones que me gustan y suscitaron todo esto.