La ilusión de un espejo roto

La ilusión de un espejo roto
Y pensaron que sabían lo que veían. Pero sólo era un reflejo

martes, 21 de junio de 2011

En fin, creo que como habéis comprobado he cambiado el diseño del blog. Creo que se leen todas las entradas bien, pero dado que es una imagen hay colores que van bien para unas partes pero en otras cuesta más leer. Me gustaría que me dieseis vuestra opinión sobre el nievo look y quejas que haya. Intentaré encontrar colores que vayan bien para todo el fondo, así que espero que me contéis.
En fin, ya que estoy por aquí, pues vamos a escribir algo, ¿no?
Hoy la verdad que me aburría un poco, entonces me he pasado por las entradas antiguas de mi tuenti. Hay algunas que no recordaba y que he tenido que leer dos veces para reconocerlas, otras en las que no había pensado hacía mucho, pero que me encantan y que me han recordado otras, algunas que no recuerdo porqué escribí pero que sé que hay mucha mala hostia contenida en sus palabras y bueno... las típicas que preferiría no haber escrito o más bien no recordar, porque... bueno, no fueron en momentos demasiado... ¿agradables? Y bueno, os voy a poner una de ellas que la he vuelto a leer y me he vuelto a enamorar de sus palabras. Creo que es una de mis mejores obras, sino es la mejor. No sé, es una entrada preciosa, perfecta y con la que más contenta he estado, la que más me ha gustado. Puede que tenga entradas que sean mejores para los demás, pero para mí la calidad de esta es... Bueno, basta de palabrería y a ver qué os parece.

Odio la estúpida sonrisa que se te queda en los labios cada vez que me ves por los pasillos. Sabes que no es justo, pero aún así te regodeas en tu triunfo. Me miras de arriba a abajo con desprecio mientras clavas tus tacones de aguja en el suelo. Esa carpeta que llevas en las manos no es más que el resultado de tus malos juegos. Debería ser mía en lugar de tuya, aunque esta noche, cuando salgamos de aquí, a las 9:30, llegarás hasta mi coche y te apoyarás en el capó. Me tomarás de la cintura y me atraerás a ti. Ya no eximirás esa estúpida sonrisa fría que tanto odio, será una sonrisa de verdad. No me mirarás con desprecio, me mirarás con deseo y ya no importarán tus oscuras tretas. Me besarás, subirás a mi coche e iremos a mi casa, nuestra casa. Nos acostaremos, nos besaremos y nos acariciaremos. Llegaremos a un punto en que las ropas sobrarán. Haremos el amor. Y mañana por la mañana otra vez a la rutina. Tu estúpida sonrisa de superioridad, mi mirada de asco hacia tu persona, ocultando lo que realmente sentimos.

1 comentario: